jueves, 9 de octubre de 2014

EL DISCURSO PSICOANALÍTICO EN LA TRAMA ETNOPSIQUIÁTRICA.

                                           GEORGES DEVEREUX Y SIGMUND FREUD
... La labor psiconalítica nos muestra que los son poderes de la conciencia los que prohiben a la persona extraer de la dichosa modificación real la ventaja largamente esperada”. (1)

1.  ESBOZO PSICOANALÍTICO
     Quisiéramos delinear las improntas psicoanalíticas mediante un esbozo, que solo intenta demarcar pautas de acción y de ningún modo pretende ser exhaustivo.  Así, al referirnos al Método Etnopsiquiátrico Complementarista es, inexorable, hacer alusión al psicoanálisis (2) primeramente como teoría psicoterapéutica del campo humano y segundo por los lazos de connaturalidad complementaria que la unen con la antropología y sobre todo porque el planteamiento desarrollado por el creador de la etnopsiquiatría, asume en los fundamentos del discurso psicológico, al psicoanálisis.A partir de estas puntualizaciones nos interesa introducir un aparte que permita desarrollar algunos aspectos    estructurales    y    básicos    del   Método psicoterapéutico Freudiano. El psicoanálisis fue creado, antes de la Primera Guerra Mundial, por Sigmund Freud (1856-1940).  El psicoanálisis como enfoque psicológico ha sido definido por su creador, Sigmund Freud (3) como: 1) Un método para investigar aquellos procesos que son de difícil acceso por otras vias;  2) Un método terapéutico de las perturbaciones neuróticas basado en la investigación y 3) Serie de conocimientos psicológicos desarrollados a partir de las investigaciones sobre las neurosis, lo cual van conformando una nueva disciplina científica.

     A la conceptualización que el propio autor esboza nos atrevemos a contraponer otras que sintetizan o expanden enriqueciendo la significación inicial.  Así, vemos que para Porot “...El psicoanálisis consiste esencialmente, en un método de conocimiento del hombre”.(4)
    
     Según André Virel el psicoanálisis es una “... modalidad de investigación de los procesos psíquicos inconscientes; 2) Un método terapéutico fundado en dicha investigación y 3) un conjunto teórico que sistematiza los datos aportados por la investigación de los procesos psíquicos inconscientes y el tratamiento de los desórdenes neuróticos y psicóticos” (5).
    
   Poinso y Gori señalan que “...El término psicoanálisis se refiere a una teoría de la estructura y de la función de la personalidad (6), a la aplicación de esta teoría a otros campos del conocimiento” (7).

     Incluímos la definición elaborada por Laplanche y Pontalis (8) , porque, aunque tiene muchos rasgos en común con la de Freud, se extiende en otros aspectos que denotan la evolución del psicoanálisis.  Así, circunscriben los estadios de la teoría en tres niveles:  a) Un método de investigación que consiste en capturar la significación inconsciente de palabras, actos, ideas, imágenes (sueños, fantasías, delirio) de un individuo, b) Un Método Psicoterapeútico con base en la investigación, el cual se caracteriza por la interpretación controlada de la resistencia, de la transferencia y del deseo, y c) Un conjunto de teorías psicológicas y psicopatológicas en las que se sistematizan los datos aportados por el método psicoanalítico de investigación y de tratamiento.

     En muestra óptica, y en un intento por sintetizar la estructura del enfoque Freudiano(9), diremos que esta modalidad creada por Freud, nace influenciada por la corriente evolucionista desarrollada por Darwin, por la postura físico-relativista de Einstein y dentro de los postulados deterministas y positivista de la época. A partir de este escenario se construye una imagen de hombre (animal racional), cuya personalidad es estructura en tres estados Yo, Ello y Super yo, trilogía que se mueve impulsada por una energía sexual libidinal instintiva cuya naturaleza dual-placer y autodestrucción- lo ubica en la contingencia defensiva y de resolución, por lo cual, tendrá necesidad de buscar la satisfacción de sus emergencias, a objeto de evitar las experiencias dolorosas, los conflictos y en último caso, la neurosis o la psicosis.

     La caracterización que realiza Freud del psicoanálisis contempla una parte metodológica y una técnica y, lo que es más importante, se apoya en una teoría o estructura conceptual, en cuyo centro se enmarca el objeto de estudio, del cual dará cuenta científicamente. La teoría psicoanalítica, así vista, se ha desarrollado a partir del fenómeno histérico(11), desplegando en sus explicaciones y práxis, la génesis, de tales fenómenos.  Toma Freud, además, como señales sintomáticas los sueños y los actos fallidos para la construcción de la teoría psicoanalítica. El enfoque creado utiliza como instrumento fundamental para su desenlace terapéutico la hipnosis(13), y la asociación libre del paciente; este material servirá de base para el análisis, que de su elaboración, hará posteriormente en analista.    Dos factores rigen el concepto etiológico del fenómeno el dinámico que considera que los síntomas son originados por la represión de un instinto o afecto, y, el económico donde el síntoma representa o sustituye la energía que pudo haberse manifestado de otra forma.  De allí que se diga que el psicoanálisis ostenta una dimensión dinámica y otra económica. Los instrumentos que empleará para el análisis son la interpretación, transferencia y contratransferencia en primera instancia, también se atenderá entre otros aspectos a los mecanismos de defensa utilizados por el sujeto. El método(14) a través del cual se expresa la relación de la teoría con su objeto de estudios, es la técnica de asociación libre que consiste en incitar al analizado a decir o narrar todos aquellos que se le viene a la mente sin realizar juicios previos, todas las ideas aún aquellas que parezcan tontas, sin sentido, vergonzosas deben ser dichas.
    
     En palabras de Freud “... Iniciamos el tratamiento invitando al paciente a ponerse en la situación de autobservador atento y desapasionado, limitándose a leer la superficie de su conciencia y obligándose, en primer lugar, a una absoluta sinceridad, y en segundo, a no excluir de la comunicación asociación ninguna aunque le sea desagradable comunicarla o la juzgue insensata, nimia o impertinente” (15).

     El psicoanálisis organiza el contenido aportado por el paciente atendiendo a los mecanismos psíquicos, del sujeto particularizado. A través del material inconsciente, contacta y objetiviza en forma activa, su material de manera oral, por medio de la confesión en palabras.    De esta forma por el mecanismo de asociación libre el terapeuta puede conocer e interpretar los elementos que afectan dinámicamente el inconsciente y llevarlos al núcleo, o centro de perturbación. 

Según Tallaferro:

... La terapéutica analítica no quiere imponer nada nuevo sino que, por el contrario, se propone quitar o extraer algo. Con ese fin investiga el origen, la génesis de los síntomas y sus conexiones con la vida patógena que quiere hacer desaparecer”. (16)

     Vemos pues, configurarse una forma de abordaje que conduce a la realidad psíquica del paciente, a quien se tratará directamente mediante una serie de instrumentos propios del análisis como lo son, las interpretaciones, construcciones, esclarecimientos, confrontaciones, en fin todo aquello que permita, en forma consciente, trabajar la materia prima traída de lo inconsciente. “...El objeto del psicoanálisis sería, por ejemplo, la conducta, pero no la extensible sino la latente”. (17) En este sentido, la interpretación intenta el descubrimiento de ese contenido latente que está encubierto en el contenido que se manifiesta y también los mecanismos defensivos que ayudan a evadir lo que genera angustia.El trabajo del analista es uno, muy complicado; él interpreta en función y en base a lo que consigue escuchar, lo que entregado en forma conceptual a su marco referencial particular y por la esencia del proceso que es la contratransferencia, lo cual explicaremos adelante. Ahora bien, el psicoanálisis considera los actos psíquicos en constante evolución, movidos por fuerzas antagónicas que propulsan el concepto dinámico de este método.    El aparato psíquico (sistema metapsicológico)a cargo de tal dinámica lo que concibió Freud en tres planos o fuerzas que se mueven a una moción y vibración específica, estos son topográficamente el Inconsciente, Preconsciente y Consciente que también llamó primera tópica.
1)   Inconsciente:  se ha llamado al gran descubrimiento de Freud, es el campo o locus contenedor de aquel material que ofrece resistencias para aflorar y emerge justamente a partir del análisis.  Es todo aquello que parece desconocido para el yo. Los aspectos característicos de este nivel son las siguientes:  a) sus contenidos están represados y se presentan en pulsiones instintivas en forma de imágenes, deseos, ideas; b) no existe la idea espacio temporal que rige para los procesos racionales, sólo se manifiesta un deseo, una pulsión, tampoco existe algún tipo de emergencia, contradicción, duda; c) los contenidos están investidos de energía instintiva que lucha con la censura por emerger desplazando o condensando otros contenidos en este proceso; d) está estratificado, la parte más profunda contiene el material mas lejano (infancia). Los mitos y la parte inconsciente colectiva establecida por Jung estaría en este escalón.
2)   Preconsciente:  situado entre el inconsciente y el consciente, en esta mediación interviene la censura que los aleja. Los contenidos depositados en este nivel: a) los contenidos no tienen prohibido el acceso a la conciencia; b) están regidos por la palabra, lenguaje, verbo; c) Es el lugar donde se almacena todo aquel material que recientemente ha sido conciencia.  Allí están inscritas las huellas mnémicas de las experiencias o vivencias.
3)   Consciente:  “...es un término puramente descriptivo que se basa en la percepción más inmediata y segura”.(18) Es lo que está en la conciencia, lo manifiesto.  Dentro de estos tres campos existen otros tres planos (que llamó segunda tópica) que se rigen por actividades psíquicas propias estos son:  el Ello, el Yo y el Superyo.
     De esta forma, el yo tiene vinculación directa con el consciente pero se desliga hacia el preconsciente y al inconsciente, en cambio el ello está sólo conectado con el inconsciente, con respecto al yo es una parte de ello equilibrado por las pulsiones, fuerzas internas y externas. El yo se identificaba con lo consciente, según Tallaferro “... El yo, por su situación entre lo interno y lo externo, coincide parcialmente con el sistema de percepción en la hipotética topografía del aparato psíquico.  Una parte del yo es, por consiguiente, inconsciente, otra, preconsciente y una tercera, consciente”.(19) Cabe mencionar, dos funciones muy importantes, atribuidas al yo que son el sentido de la realidad que realiza la función homeostáticas de adecuar la actuación del sujeto y la función sintética a partir de la cual las pulsiones que median entre el ello y el superyo, por intermedio del yo se logran equilibrar.  Las funciones homeostática del yo se llevan a cabo, según Alexander (20) a partir de cuatro acciones básicas:  a) la percepción interna de necesidades instintivas; b) La percepción externa de la cual dependen las gratificaciones; c) la facultad integrativa mediante la cual el yo coordina los impulsos e instintos entre sí, y luego con el superyo, para luego adaptarlos a las condiciones externas y la facultad ejecutoria que controla, si es necesario, la conducta voluntaria.Con respecto al Ello se dice que es la parte más rudimentaria del aparato psíquico y está regida en gran medida por los instintos o impulsos que demandan la satisfacción de las necesidades.  Por otro lado, también se le señala como la sección congénita de la personalidad. Su naturaleza es inconsciente. Por ser inconsciente no existe el sentido de lo correcto o moral, por eso se dice que el Ello es ciego e irracional.  Se le considera el gran depósito de la libido y fuente dinámica de la personalidad.  El Super yo “... es la instancia psíquica desglosada del Yo que autobserva y critica las acciones del ser humano y la representa la imagen ideal que debe parecerse”. (21)Es esa parte del aparato psíquico la que juzga, critica y censura, es por tanto, la que rige la parte moral y ética. Su función primordial es ejercer control en la satisfacción desmedida de las urgencias, mediando así, entre el ello y el yo.  Los sentimientos de culpa provienen del Super Yo.  Este recibe las indicaciones parentales y las introyecta.
     Freud desarrolla, asimismo, la teoría de los Instintos (22) Los instintos son fuerzas que actúan para presionar la satisfacción de las necesidades, fundamentalmente, resaltan el instinto (23) de vida o sexual que llamó Eros y el instinto de muerte o agresión Thanatos. Todas las tendencias de vida son atribuidas al impulso de vida, se manifiesta movilizado por la energía libidinal o instinto sexual.  La líbido es otro de los conceptos que utiliza Freud para caracterizar su enfoque (Teoría de la Líbido).  La energía libidinal se proyecta tanto sobre los objetos externos en forma de deseos, como se almacena el en Yo para generar urgencias de naturaleza narcisista.  Lo que opera es una suerte de energía que se desliza entre el amor a los objetos y el amor hacia sí mismo.  Hay que decir, además, que el gran depositario de la energía libidinal es el Ello. Estos fundamentos le sirven de base para su enfoque sobre el narcisismo partir de la teoría de los instintos desarrolla Freud todo su planteamiento sexual y estructura las etapas de la evolución psicosexual humana:     a)   Etapa oral o canibal, en esta fase se dan las primeras manifestaciones de sexualidad, a través de la lactancia, donde el objeto de deseo es el pecho materno. La zona erógena está localizada en la boca; b) Etapa anal o sádica va de la boca al ano, guarda relación con alivio de la acción excretora y de micción y c) la etapa genital o fálica: se concentra la excitación en los órganos sexuales propiamente dichos.  En esta etapa se desarrollan entre otros procesos el complejo de Edipo.

        El complejo de Edipo se caracteriza porque el niño deposita su amor en el padre del sexo opuesto. Para Freud este complejo es de carácter universal, aunque, la mayoría de los autores que han trabajado con este tema, refieren los descubrimientos realizados por los esposos Ortigues que niegan tal universalidad. Ahora, bien, lo que si es cierto es que este complejo es uno de los aspectos más atendidos en la psicología occidental y mucho más en el contexto del psicoanálisis. La dinámica edípica surge del enamoramiento del niño por su madre, lo cual le genera agresividad hacia el padre, quien a su vez le inspira miedo (temor a la castración), toda esta situación a su vez produce fuertes sentimientos de culpa. La resolución satisfactoria del complejo implica renuncia a la madre e identificación realista hacia el padre.  En las niñas este complejo se le llama, Complejo de Electra. Partiendo de las características generales de la técnica psicoanalítica, podemos decir que es una teoría que estudia la conducta humana en la dialéctica de normalidad o anormalidad (sanidad y patología).  En ese sentido, no sólo describe las funciones de la psíquis, sino que también intenta la búsqueda de las causas (porqué). Todo esto en una dinámica que envuelve las relaciones del pasado y el presente, mundo interno y externo, fantasía y realidad.

     Según Palacios “...todo ésto con el propósito de entender las fuerzas motivadoras de los actos del ser humano.  Así mismo, se ocupa del origen y desarrollo de la personalidad” (24) esto, diríamos nosotros, en tanto que estructura los estados del aparato psíquico, motores de la persona para lograr su personalidad. Ahora bien, es importante anotar que la esencia dinámica que se le asigna, tiene que ver con los procesos por medio de los cuales el YO inconscientemente se defiende, contra ciertas tendencias y deseos del Ello, los cuales algunas veces se tornan desagradables amenazantes, o de prohibida manifestación.  Estas defensas o reacciones afloran ante frustraciones o conflictos de intereses.

     Freud primero (1926) y después su hija Ana, logran identificar, formas defensivas que despliega el yo (el sujeto) para protegerse de los contenidos amenazadores e intentar mantener el equilibrio y la supervivencia.

     “...Estos mecanismos defensivos son utilizados por el Yo en su lucha contra peligros intrapsíquicos y extrapsíquicos o ambientales”. (25)  Entre ellos encontramos: Represión, Regresión, Aislamiento, Anulación o Reparación, Formación Reactiva, Identificación, Proyección, Cambio de un instinto por su contrario, vuelta al instinto contra el yo, y sublimación.  Estos mecanismos han tenido sutiles variaciones a lo largo de la evolución del psicoanálisis en las manos de Jung, Fenichel, Klein entre los más relevantes. En estas líneas tratamos de fundamentar someramente la génesis y evolución de la teoría psicoanalítica, a los fines, edificar el peldaño metodológico de este enfoque que servirá de base a la teoría Etnopsiquiátrica.
   Otro aspecto que, no podemos dejar de mencionar es el minucioso trabajo realizado por Freud con la finalidad de dar cuerpo y coherencia a una metodología que permitiese el abordaje de los fenómenos Neuróticos y Psicóticos del sujeto de análisis.  Hoy por hoy, se considera que uno de los hallazgos más importantes del psicoanálisis, ha sido la estructuración de la teoría acerca de la neurosis.  La neurosis merecerá atención separada en este trabajo; el mismo tratamiento se dará al par de “opuestos” Transferencia y Contratransferencia, como puntales de la relación complementaria, dentro del discurso complementarista que nos ocupa.

2. DISCURSO DE LO INCONSCIENTE.
     El tema de lo inconsciente lo encontramos a lo largo de toda la extensa filosofía del hombre y su naturaleza humana.  Por ejemplo; con Schopenhauer nos tropezamos con la idea de la voluntad, todo lo percibe el hombre como voluntad.  Así dice “...el cuerpo es el conocimiento a posteriori de la voluntad, el conocimiento a priori del cuerpo”. (26)  La voluntad envuelve lo que son deseos, necesidades, esfuerzos, tendencias, etc.  La conciencia no puede revelar la cosa en sí, ésta es incognoscible.  La voluntad es sólo el fenómeno de la cosa en sí.  Eso incognoscible es lo más semejante a lo inconsciente, que para él es Maya, ilusión.  La voluntad misma es una tendencia ciega. Vivimos en contradicción con nuestros deseos internos.  El cree que “...el hombre puede ignorar los motivos verdaderos de sus acciones”. (27)

     Otra reseña que encontramos es la idea de inconsciente elaborado por Carl Gustavo Carus quien señala “...El inconsciente es la expresión subjetiva que designa lo que, objetivamente, conocemos con el nombre de naturaleza”. (28)

     El distingue además dos tipos de inconscientes, uno inaccesible a la conciencia y otra que es la evolución de operaciones conscientes.  Al primero llama inconsciente Absoluto y al segundo Inconsciente Relativo (puede tener momentos conscientes). El sentimiento aflora de lo inconsciente a través del sueño.
     Con Von Hartmann se introduce una idea más acabada de La Filosofía del Inconsciente (1869). Lo plantea también desde el punto de vista metafísico, para él inconsciente representa el alma universal, el todo que se refleja en la naturaleza. Separó el inconsciente de la vida corporal y del alma. El instinto, también es una expresión inconsciente. El inconsciente gobierna los sentimientos. Según el “...La vida consciente está enteramente bajo la influencia dominadora del psiquismo inconsciente”. (29)El alma individual es para él la totalidad del inconsciente. Después de Hartmann; los inicios de la experimentalidad los hechos psíquicos, la historia, la hipnosis, con ésto Janet, Binet, Charcot y Freud. Charcot y Freud marcan los inicios del psicoanálisis regido por la hipótesis, sugestión para pasar con Freud a la Asociación de ideas y la problemática del inconsciente como hoy la conocemos.La palabra inconsciente, como hemos visto responde, según cada autor y según sea el contexto, a varias acepciones se dice de una persona cuya reflexión no está clara, que no tiene conciencia, de los hechos psíquicos todo aquello que escapa a la reflexión es inconsciente.   Para la teoría psicoanalítica es una parte del aparato mental del sujeto que contiene todos aquello que está reprimido, desconocido y ocultado. Es allí donde están depositados todos los contenidos fuentes de conflictos del sujeto.  Según Virel “...es el conjunto diríamos de los deseos, tendencias, recuerdos reprimidos...que no pueden acceder al campo actual de la conciencia”.(30)

     Freud lo define diciendo “...reservamos el nombre de inconsciente para lo reprimido, dinámicamente inconsciente”. (31)  El término lo inconsciente en Freud está ligado a todo lo que es reprimido por el sujeto. Aquello que se escapa por doloroso o transgresivo a los límites de lo tolerable de lo consciente.

        El psicoanálisis es por eso una teoría de las profundidades, de la más honda postura de la psíquis. Freud encontró a través del análisis algunos de sus pacientes que tenían fuertes resistencias para hacer o traer a la conciencia ciertos episodios o recuerdos de su vida, sin embargo, estos podrían manifestarse a través de la hipnosis o vehiculizados por los sueños. Así explica el fenómeno de la resistencia “...El enfermo pretende, tan pronto no percibir ninguna idea, ningún sentimiento o recuerdo, como en percibir tantas que le es imposible captarlas y orientarse”(32).    Evidentemente hay un desorden en el volcamiento de los pensamientos, sentimientos que atemorizan al sujeto, en tanto que material desconocido.  Los sueños vienen a ser junto con la asociación de ideas la fuente primaria de lo inconsciente. En el sueño sin embargo, se puede hablar de contenido manifiesto o aparente y el contenido latente o lo deseado. El contenido manifiesto representa a lo latente que está oculto. Estos deseos son el contenido inconsciente.

     Una de las personas que entrevistamos para la selección de la Historia de Vida, N° 2 contó el sueño siguiente:

«”Yo esa noche me acosté y soñé con el negro y me dijo “tu vas a hacer este trabajo y entre guelta e’ cinco días tú, el padre de tus hijos esta ido de la casa.
Tú te vas a quedá con nosotros”.»


     Relata que puso el trabajo que le indicaron y vió que el marido recogió su ropa y se fue para no regresar. Al indagar cómo era la relación, la informante reportó que el marido permanecía poco tiempo en la casa, además de no cumplir con sus obligaciones. En el contenido latente del sueño se ve reflejado, indistintamente de la acción secundaria “montar el hechizo”, el deseo inconsciente de que el marido se fuera y manejar el conflicto de la pérdida real con otros mecanismos defensivos. Otros indicadores de emergencias inconscientes las encontramos en los olvidos, lapsus, falsas percepciones, palabras equivocadas, etc.  Por otra parte, la fundamentación de la teoría de la sexualidad que influye las diferentes etapas y el complejo de Edipo, está sustentada en la existencia de lo inconsciente.  Así, mismo el despliegue de los mecanismos de defensas, algunas neurosis y psicosis (se excluyen de estos los síntomas ligados a efectos medicamentosos).

        Los carácteres básicos del inconsciente pueden resumirse según Laplanche y Pontalis (33) en: a) Los contenidos representan pulsiones; b) éstos están regidos por mecanismos defensivos (condensación y desplazamiento); c) cargados de energía pulsional en búsqueda de emerger a la conciencia; d) son deseos infantiles, fijados en lo inconsciente; e) para llegar a lo consciente deben pasar la censura.

     Después de Freud algunos de sus discípulos prosiguieron investigando sobre el tema psicoanálisis. Mención especial merece Carl Jung quien se separa definitivamente del psicoanálisis freudiano y funda lo que hoy se conoce como Enfoque Jungniano. Al referirse al inconsciente en Freud, Jung dice “...lo inconsciente, aunque aparece ya -al menos metafóricamente- como sujeto actuante, no es sino el lugar de reunión de esos contenidos olvidado y reprimido, y sólo a causa de éstos tiene una significación práctica”. (34) Para Jung este inconsciente es de naturaleza personal (35) . Desde su postura el inconsciente posee un carácter superficial que es personal (inconsciente personal) y hay otro estrato más profundo que no tiene que ver con la experiencia sensible o personal “...sino que es innato” (36) es el inconsciente colectivo para explicar la naturaleza universal del mismo, y señala “...es idéntico así mismo en todos los hombres y constituye así un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente en todo hombre”(37). Para nosotros similar a la tesis que soporta la existencia de la universalidad del psiquismo, de la cultura y el complejo de Edipo, reseñada por Laplantine”. (38)
    
         En Jung encontramos una explicación a los contenidos de lo inconsciente personal, designados con el nombre de complejos de carga afectiva que constituye la vida afectiva individual y los contenidos del inconsciente colectivo que están conformados por los arquetipos(39). Estos significan contenidos inconscientes colectivos y son arcaicos o primitivos. Jung (40) asemeja estos contenidos con los usados por Levy-Bruhl para designar las figuras simbólicas.
     Otro de los autores que desarrolla su propia versión respecto a los contenidos inconscientes a partir de Freud, es Alfred Aldler (1907) su investigación se enlaza con la tesis de las deficiencias orgánicas conque nacen algunos individuos lo cual les genera complejos de inferioridad. “...El sentimiento de esta inferioridad desencadena en él una serie de procesos psíquicos inconscientes, que tienen por meta permitir a su personalidad desarrollarse y compensar la inferioridad en cuestión”. (41)El complejo de inferioridad del yo se soporta en la voluntad para compensar el desbalance orgánico. La voluntad de poder de Nietzsche que Adler llama instinto de expansión de la personalidad. Para “...todo querer no es otra cosa que una búsqueda de compensación, un esfuerzo que tiende a ahogar el sentimiento de inferioridad” (42).   Ejemplo:  en el caso que presentamos del sueño narrado, la explicación Alderiana sería más o menos, lo siguiente:  Esta es una mujer, semianalfabeta, con cuatro hijos, trabajando de servicio en una casa; posee un marido que vive para la calle, no se ocupa de ella ni de los hijos.  En fin su posición respecto a él, que es hombre y tiene la libertad de hacer lo que quiere, está seriamente disminuida y una manera de compensar su sentida “inferioridad”, respecto a su marido es soñar con seres protectores que le dan mensajes resolutorios, asignándole una tarea -sólo para seres especiales- de cuya ejecución sagrada depende su salida airosa. Así, queda como elegida para formar parte de un culto sagrado e investida de poder imaginario que vive como real. De esta manera se resuelve el conflicto interno de la inferioridad y se restituye el estado inicial de goce como diría Lacan.

        Adler intenta aplicar la fórmula de los mecanismos compensatorios a todos los componentes psíquicos del sujeto.  El análisis de sueños y neurosis se realizan por la actividad compensatoria inconsciente.
    
     Wilhem Reich (1932), para Reich uno de los elementos básicos de la terapia es el recurso de las experiencias pasadas cuyo efecto se manifiesta en el cuerpo. De esta manera el cuerpo es un reflejo de lo que acontece en la parte inconsciente del individuo. Al igual que Lacan sin seguir obviamente su línea, cree que el lenguaje tiene efectos psicosomáticos sobre el sujeto.  El sujeto colapsa si la energía no circula libremente afectando o trastornando lo físico, por efecto psíquico.

     Otto Rank también asume los componentes inconsciente en sus trabajos referidos a los traumas de nacimiento. Para él este momento deja en el sujeto una serie de huellas dolorosas, que el individuo olvida, pero que están inscritas en el inconsciente y afectan la vida. También aborda el estudio de Mitos ligándolos a los componentes psíquicos del hombre.

     Melanie Klein ha desarrollado lo que se ha llamado la teoría Kleiniana, a partir del psicoanálisis Freudiano. Introduce una serie de conceptos que se refieren a los primeros estadios infantiles en el desarrollo de yo, la relación objetal temprana, la angustia a partir del nacimiento, las fantasías inconscientes del complejo de Edipo. Podríamos decir que reelabora la teoría freudiana para abordar los traumas infantiles.
     Para Klein la noción de objeto parcial forma parte de su elaboración teórica.  Objeto bueno-objeto malo, introyección-proyección parcial-total son algunos de los opuestos en que apoya.
     Uno de los temas básicos de su trabajo son los fenómenos esquizo-paranoides y depresivos que describen como causados en las fases del desarrollo humano, donde el bebé no reconoce a las personas sino que percibe objetos.  Cuando llega a identificar a la madre como totalidad comienza la etapa depresiva, ambivalente, ansiosa y culposa. Estas posiciones se mantienen a lo largo de la existencia, así el sujeto estará oscilando en la postura esquizo-paranoides. El crecimiento y la adaptación atemperan los desequilibrios que pueden aflorar en cualquier momento de desajuste, o angustia de la vida adulta.   La sublimación y la creatividad son mecanismos canalizados de los que echa mano el hombre para proteger su yo.  De todas formas la identificación objetal persistirá a lo largo de la vida adulta.

     Jaques Lacan es otro de los investigadores que ha trabajado arduamente en la teoría psicoanalítica, propiciando un enfoque que -aunque conservando las bases fundamentales del psicoanálisis- se expande hacia serias consideraciones respecto a lo inconsciente como lenguaje.  A este autor lo trabajaremos en otro aparte, por su énfasis en lo lingüístico. Sin duda, creemos importante señalar que nuestra intención al ofrecer, este bosquejo psicoanalítico es circunscribir nuestro trabajo dentro de este entorno psicoterapéutico, además, de mostrar cómo ha venido evolucionando en las diferentes épocas la teoría Freudiana.  Dicha teoría ha sido punto de partida y de llegada de muchos otros intentos que han nacido cobijados bajo sus alas.
         En el caso de la etnopsiquiatría, de la mayoría de los estudios etnológicos y de los enfoques que abordan el binomio cultura-personalidad, encontramos que despliegan sus explicaciones de índole psicológico tomando como estructura base al psicoanálisis.
     En este sentido, se justifica, nuestro interés en ocuparnos del tema en este trabajo.

3.  ETNOPSICOANÁLISIS (ANTROPOLOGÍA PSICO-ANALÍTICA)

     La etnopsiquiatría es una metodología que se apoya para su operatividad, en el concurso de otras disciplinas, por tanto, su carácter es multidisciplinario: La estructuración etnopsiquiátrica desarrollada por Devereux, se soporta en la doble discursividad, la sociología y la psicología.  En la psicología la disciplina que ha acompañado su evolución ha sido el psicoanálisis, sin embargo, como ya lo hemos dicho, pudiera hacerse acompañar de otra corriente psicológica, sin que ésto implique desventajas para el enfoque.  De todas maneras, vale la pena mencionar que la práctica antropológica y etnológica ha estado tradicionalmente emparentada con la línea de pensamiento Freudiano. Cuando Laplantine utiliza como subtítulo del primer capítulo de su obra Introducción a la Etnopsiquiátrica, “Punto de Partida Absoluto: Freud”, no deja ranura a la imaginación, es bien absoluto en su elección. No vamos a entrar en polémicas de cual saber fue primero, el antropológicoo o el psicoanalítico ligados a la Antropología, bastantes debatidos por Geza Roheim, Roger Bastide y Laplantine y Devereux entre otros. Laplantine es muy directo al designar justamente, ...A Freud como el fundador de la Antropología psicoanalítica” (17) con respaldo previo, de Geza Roheim quien lo había dicho antes. Considera Laplantine, que los trabajos de Freud como: Totem y Tabu (1913), El Porvenir de una Ilusión (1927), El Malestar en la Cultura (1929) y Moises y la Religión Monoteístas, son núcleos desde donde debe partir la exploración de lo etnológico.  Devereux (1973), parece dar por sentado que el trabajo etnográfico, implica el conocimiento del psicoanálisis Freudiano como raíz principal de esta línea de pensamiento. Por tanto señala:

...Resulta superfluo describir la técnica del psicoanálisis de investigación, pues no existe, en principio más de un solo sistema generalizado de técnica psicoanalítica clásica, directametne deducible del esquema conceptual que fundamenta la ciencia de la psicología psicoanalítica”. (18)



     Geza Roheim por su parte, intenta dejar bien claro el uso que hace del psicoanálisis. En su libro Magia y Esquizofrenia (1979).  Se expresa diciendo “...Lo que más nos interesa no es la etiología de la esquizofrenia sino los mecanismos de la fantasía esquizofrénica y la relación de los mismos con la magia”(19). Su búsqueda la hace no en función del fenómeno esquizofrénico, sino a través de todo aquello que lo pueda ayudar a entender el fenómeno mágico, y agrega, ratificando y justificando su postura anterior, que “...Esta en perfecta concordancia con la tradición psicoanalítica el hecho de que nos valgamos de los conocimientos que tenemos de la esquizofrenia y la relación de los mismos con la magia”(20).

     Volviendo a Laplantine encontramos que enfrenta la connaturalidad de la etnología y el psicoanálisis tomando como punto de partida los conceptos ancestrales totémicos; desplegados por Freud en su trabajo Totem y Tabú(21). El dilema expuesto tiene que ver con las maneras de establecer las relaciones los primitivos, el miedo al incesto. La prohibición de comer el totem que es respetar el tabú. Comerlo significa incesto.  El incesto está prohibido, es tabú.  Para Freud haber descifrado esta dinámica, significaba la extensión interpretativa del psicoanálisis en el conocimiento de los pueblos. En virtud de lo cual expresa “...Todo lo que podemos agregar a la teoría reinante es que el temor al incesto constituye un rasgo esencialmente infantil y concuerda con lo que sabemos de la vida psíquica de los neuróticos”. (22) Esta idea es retomada por Laplantine para fundamentar la tesis de un psicoanálisis y una antropología conjugadas para abordar el primitivismo, la neurosis (23), los fenómenos psíquicos infantiles que son de similar abordaje, según su genesis.  La muerte del padre, la prohibición del incesto aparecen así como dos pilares para la historia mítica de las sociedades.     Según Laplatine, la obra Freudiana es fundamental para el campo etnológico debido a que: a)Freud se incorpora consciente y, afectivamente en su obra, extendiendo un puente para las nuevas tendencias de las ciencias, lo cual es, la participación subjetiva del observador; b) Se mete dentro del quehacer del antropólogo mediante el estudio del totemismo y buscando el soporte cultural y etnológico, a partir de los estudios realizados, en el campo, por Frazer y Tylor todo esto lo ayuda a plasmar el complejo de Edipo. Complejo éste, en el que los hombres “...encontramos a la vez los orígenes de la religión, de la moral, de la sociedad y del arte, el cual concuerda con los datos aportados por el psicoanálisis que ve en dicho complejo el núcleo de todas las neurosis”. (24) El complejo de Edipo se considera, como una constante de la cultura. Un universal de la cultura y c) Por el auge que tomó el psicoanálisis al extenderse a otros campos del saber (la magia, arte, religión, filosofía) superando el acto analítico del diván, para confundirse, en “Antropología Psicoanalítica”.

     La labor tesonera de Geza Roheim se propone y logra la emancipación de la antropología psicoanalítica, a través de los trabajos investigativos en la exploración de los materiales reprimidos, los materiales inconscientes y en el plano humano de la cultura.

     Dice Laplantine, al referirse a Geza Roheim que es un:
...psicoanalista practicante y etnólogo...a quién le cupo el mérito de demostrar hasta que punto el núcleo del freudismo - la estructura conflictiva neurótico-sana en el hombre en su relación con la cultura-despejado a partir del análisis de algunos individuos desequilibrados de la sociedad burguesa de Viena y apoyado sobre el “mito” de Totem y Tabú tenía fundamentos etnológicos”. (25)



     Roheim opuesto a la maraña de un culturalismo que relativizaba las estructuras básicas del contenido reprimido de la cultura, emprende un compromiso investigativo (26) con la utilización del método de libre asociación, transferencia análisis de sueños, cuentos y juegos, como herramientas fundamentales del psicoanálisis, llegando a las conclusiones siguientes: a) la etapa anal se manifiesta mediante el análisis de sueños obscenos, presenta rasgos de retención y avaricia; b) la figura maternal es la de la “madre mala” a causa de un amamantamiento poco afectuoso y un destete brusco; c) el padre es tímido como amenaza castradora, a consecuencia de juegos donde simulan “comerse el pene de los niños”.  En ellos está presente (sueños) la angustia de castración por parte del padre proyectado en el hechicero y d) A pesar de estar bajo la tutela del tío, los niños desarrollan su complejo de Edipo.  Su situación edípica se desplaza del padre, al tío, de la madre, la hermana, como clan que son sus aportes, por otro lado, echan por tierra los hallazgos de Malinowski. Los aportes de Roheim permiten estructurar la cultura echando por tierra la concepción relativista de la doble universalidad del psiquismo y la cultura.

     Con respecto a estos hallazgos o conclusiones Rof Carballo comenta:
...En contra del punto de vista de Roheim, para el cual las diferencias entre las distintas culturas eran sencillamente variaciones dentro del tema de una neurosis colectiva, se sostiene el esquema básico siguiente: Por un lado tenemos el ser social; por el otro la disposición instintiva, es decir, el sustrato biológico de los impulsos”. (26)
    
   Así la sociedad actúa permanentemente, transformando o favoreciendo las pulsiones primitivas, lo humano, los impulsos Por otra parte, vemos  también  como Laplantine se
extiende en su trabajo etnopsiquiátrico hacia una serie de consideraciones que abordan el espectro de las enfermedades mentales en el contexto de la cultura y en la prisma de la etnopsiquiatría psicoanalítica, asunto que discutimos antes en nuestro enfoque de la cultura y enfermedad. Dentro de esta perspectiva nos interesa retomar a manera de síntesis las conclusiones básicas de su trabajo, en consideración al inestimable aporte que hiciera a este problema, y por medio del cual expresa la importancia y proyección que percibe en la etnopsiquiatría, en tanto que metodología de avanzada. Además de ser uno de los aspectos que le corresponde al terapeuta de esta época manejar para enfrentar los fenómenos cuyo foco está localizado en otras culturas. Para esto las herramientas etnológicas y psicoanalíticas son de incalculable valor, ya que otorgan al investigador un concepto neutro de la cultura, como punto de partida. Por otro lado, la etnopsiquiatría ofrece al investigador la oportunidad de ubicarse en el plano protagónico (como observador que a su vez se observa) de autoanálisis y por último, a través del psicoanálisis como disciplina complementaria, el investigador tiene la posibilidad de intervenir exitosamente en el campo psíquico morboso, en forma más resolutiva.

     De la misma manera elogiosa, ante la metodología que ha creado, Devereux nos subraya que “...el psicoanálisis es un medio muy eficaz para extraer la matriz de los valores y significaciones a la que pertenece el ítem cultural” (27) ,aspecto éste, crucial para el análisis etnológico, porque propicia la identificación del ítem dentro de la matriz cultural, permitiendo conocer o identificar, el valor o significación del mismo en el contexto cultural específico. Según Devereux el psicoanálisis y la etnología son ramas de la antropología y ambas se ocupan de descifrar, dentro de su ámbito de acción, lo que hay de humano en el hombre. En efecto, manifiesta que:

...el psicoanálisis y la etnología, estudian lo que, en el hombre, es específicamente humano, es decir, lo que permite distinguir al hombre, ser -de- cultura, del homo sapiens, concebido en términos biológicos. El psicoanálisis se dedica particular a lo que en el psiquismo del hombre es específicamente humano, y la etnología a lo que es característico del hombre y sólo de él, en la cultura y en la sociedad”. (28)



     Por lo tanto, se puede decir que ambas ramas del saber, son complementarias en su operatividad. Ninguna de las dos puede suplantar el aporte de la otra, pero sí, complementarlo. Ahora bien corresponde al investigador decidir cuando considera que se ha saturado la información en enfoque para pasar al otro. En el plano de esta dinámica, si el ítem cultural no ha sido asignado a la matriz cultural, desde donde adquiere significación, entonces, no forma parte de la cultura. En este sentido, en la cultura se manifiesta el vivir. El hombre que vive en una cultura forma parte de ella. Cuando se analiza un ítem, por medio del psicoanálisis, a un sujeto, se ha encontrado que ese ítem representa las múltiples determinaciones de ese ítem en la cultura, este hecho induce a pensar una psiquis universal.

     Por su parte Devereux piensa “...que la uniformidad de la psiquis humana igualmente implica la uniformidad de la Cultura humana con la C mayúscula”. (29)
     Pasemos ahora, a explicar los conceptos en torno a la universalidad de la cultura, la Psiquis y el Complejo de Edipo.

4.   LA CONCEPCIÓN UNIVERSAL DE LA CULTURA:  tiene que ver con aquellos ítems que están inscritos en la matriz de la Cultura, que para Lévi-Strauss son el capital común, de que disponen los grupos humanos. La cultura es todo lo que el hombre ha creado en y para sus experiencias de vida. Los ítems de las culturas pueden estar o no inscritos en la Cultura, sin embargo, hay algunos que se repiten y tipifican los comportamientos distintivos de esa cultura. Ejemplo de esto amamantar a los niños. Este items es universal para todas las culturas. Señala Devereux, refiriéndose a este asunto que “...el investigador que estudia una tribu no tendrá dificultad en localizar las diversas matrices de que depende un ítem dado si guarda en la memoria la diversidad de matrices a las que este ítem es asignado en otras culturas” (30).Algunas veces puede darse el caso de que las culturas reserven algún ítem que no se hace evidente, pero que puede aparecer en cualquier momento y esta es una fase que indica la alteridad de la cultura.  Ahora bien, a pesar de que algunos hechos se presentan de forma heterogénea esto no debe obligarnos a creer en la disimilitud de esa cultura respecto a otras  “...Las culturas son por lo tanto totalidades que se elaboran por restricción a partir de un conjunto de materiales rigurosamente idénticos” (31).   Existe ciertamente un mecanismo propio de cada cultura para reprimir o estructurar sus contenidos, por ese motivo, pareciera que son diferentes pero esto solo indica que están organizados de forma diversa a consecuencia del aprendizaje o enseñanza selectiva que la cultura haya elegido pero los ordenamientos consecuenciales coexisten aunque estén reprimidos o en forma morbida.

12.2.2.   UNIVERSALIDAD DEL PSIQUISMO:  Se nos presenta para dar explicación a una estructura psíquica universal cuya génesis es primeramente, biológica, y cuya evolución la hace el sujeto en base a mecanismos autorregulativos, pulsiones defensivas o de autoconservación; y luego a través de formaciones proyectivas o defensivas para la búsqueda del bienestar. Por esa razón, la cultura aparece, hecha por el hombre, para colmar su deseo interno desde las resoluciones o programaciones externas. Ciertamente, es un hecho que la evolución psíquica no se hereda pero es una constante que todos los seres humanos tienen que atraviesar por etapas sucesivas.  Para esta acción reciben elementos de apoyo cultural que les sirvan para estructurar sus significaciones, valores y aprendizajes.  La Universalidad descansa en esa constante humana.

     Para explicar la universalidad del psiquismo y la cultura y así mismo, la conexión entre ellas Devereux (32) estructura los postulados siguientes: 1.     La cultura y la mente se han presentado históricamente en   un plano coemergente y recíproco. 2.   Es errado pensar que la cultura deriva genéticamente de la naturaleza de la psíquis o que la psíquis deriva de la cultura. 3. La Cultura en sí, se adquiere por un proceso de etnización. La humanización expande al hombre, la etnización lo limita, lo particulariza.4  El etnólogo debe utilizar un sistema psicológico centrado en el ser sociocultural En este sentido, el psicoanálisis cumple tal función.5.El psicoanalista por su parte sólo debe utilizar una ciencia que estudie el comportamiento humano. En  este sentido,  la  etnología cumple ese  criterio. 6 Psicoanálisis  y Etnología deben tener en  cuenta  la naturaleza  biológica del hombre, así no


 comparta las mismas características psíquicas y culturales. Deben ser vistas como potenciales, susceptibles de cambios.7.   El psicoanálisis como la etnología para crecer en forma solidaria y apoyar al hombre en su evolución y en su condición humana.

5.    EL COMPLEJO DE EDIPO:  ha venido ha constituirse en el seno de las prácticas psicoanalíticas, en otro de los universales de la Cultura y la Psiquis.

     En la elaboración de la teoría sexual se tropieza Freud (1905) con el fenómeno triangular en el desarrollo evolutivo de la sexualidad infantil, que lo hace proyectarse hacia el drama mítico de Sófocles (33) (Edipo el Rey). Se dice que de allí tomó el nombre para designar esa etapa fálica, entre los tres y cinco años, donde se manifiesta interesante el autor del niño por el progenitor del sexo  opuesto y así mismo, sentimientos destructivo hacia al progenitor de su mismo sexo, con la consecuente dosis de culpabilidad. Sentimientos encontrados, conflictos de amor, odio, culpa, tienen este período. En suma, el complejo de Edipo puede describirse de esta manera:  El niño depliega el amor hacia su madre, su primer objeto de amor, que quiere absolutamente para él, se despiertan en el sentimientos de celos y rabia hacia la figura del padre, su rival, el obstáculo para sus deseos. Debido a que también ama al padre experimenta sentimientos de culpa, y miedo a la castración, hasta que renuncia a la madre y extiende su identificación hacia el padre. Esta viene a ser la resolución del complejo de Edipo.

     Godino (34) nos ofrece una definición que nos parece adecuada, porque puntualiza cada uno de los movimientos o fases que identifican el Edipo y que él enumera en cuatro aspectos cruciales:  a) el complejo articula el amor por el progenitor del sexo opuesto y amor por el de igual sexo; b) Es el complejo va de las fijaciones tempranas infantiles a las imágenes parentales; c) Es relativo a la evolución libinal del sujeto y, d) Coincide con lo reprimido.

     Se reconocen un complejo de Edipo positivo cuando el varón entra en rivalidad, impulso parricida hacia el padre y el amor incestuoso hacia la madre; el negativo que envuelve odio a la madre y amor al padre, y hoy se habla de una forma común o mixta a todos, los sujetos están regidos por la misma estructura.

     En lo que respecta Devereux, acepta la tesis Freudiana de un Complejo de Edipo, piensa que ostenta un valor universal tanto para la Cultura así como, reflejo del Comportamiento del hombre genérico. Al igual que hiciera Roheim, Devereux critica a Malinowski, la destrucción de la concepción universal del complejo de Edipo e introduce una nueva dimensión que permite reestructurar la idea lineal de un complejo de Edipo ligado al padre carnal. Su propuesta es el Edipo invertido.

     Roger Bastide, subraya refiriéndose a los hallazgos de Devereux, “...Aquí radica en primer punto que merece nuestra atención aunque el complejo de Edipo es universal, ya que siempre y en todo lugar lo encontramos, puede revestir diferentes formas” (35).    Roger Bastide a igual que Devereux le otorga importancia capital al complejo de Edipo. De allí, que para él:
...El complejo de Edipo es la placa cambiante que nos permite pasar de la naturaleza a la cultura y que por consiguiente explica por qué en vez de oponerse, encontramos los mismos ítems culturales, tanto si procedemos desde el interior -a través del psicoanálisis, como si procedemos desde el exterior- a través de los comportamientos culturales o a través de la lectura de los textos históricos”. (36)


     Como nota curiosa Devereux, imprime otra divergencia a la versión preliminar presentada por Freud, del Mito Edipiano, veamos que dice:

...Algunos aspectos, por lo general desconocidos del mito de Edipo me han incitado a ver en el fantasma edípico no sólo el asesinato del padre y la posesión de la madre, sino también, y de forma muy específica, una victoria homosexual conseguida sobre el padre femenizado”.(37)



     Devereux, no solo habla de un Edipo invertido, sino de los rasgos homosexuales ligados al análisis resolutorio del mito.

     Dentro de este orden de ideas, pensamos que a Universalidad del psiquismo, es una constante, que se estructura mediante un proceso de encuentro entre mente (psiquis) y mundo (cultura) y en esto coincidimos con Luis Hornstein para quien “... La psiquis y el mundo se encuentran y nacen el uno con el otro, siendo el aparato psíquico, el resultado de ese encuentro”(38) o con Antonio Godino, quien ve en el Complejo de Edipo la posibilidad de “...estudiar la transición que va de la Naturaleza.     El Edipo constituye según los análisis de Freud el núcleo inconsciente de las neurosis y las psicosis y el centro desde el cual, se agrupan otros complejos y fantasías”.(39) Desde que el hombre nace se ve sumergido en dos posiciones unilaterales, lo placentero y lo displacentero. El desplazamiento subjetivo hacia los objetos de satisfacción, a los cuales se les otorga un valor personal por efecto de una identificación emotiva, la confrontación o evitación, con todo lo que ocasione dolor.  Esta realidad es la originadora de un desarrollo sano o generadora de violencia. Todo aquello que intente separar el contacto del deseo primario -madre-niño- está dotado de significado doloroso y culposo.  El equilibrio, es la búsqueda constante y éste se logra por el contacto con el objeto del deseo la madre.  La sensación primaria del yo se confunde con lo placentero o con el goce como diría Lacan. Se introyecta así, lo placentero y según Klein se proyecta lo displacentero.  Ese es el principio de realidad primario. Existe en esta etapa, según, Hornstein “...una especulación sí mismo - mundo”(40). El conocimiento y el reconocimiento de la dualidad place - dolor, (sexualidad, deseo, amor, odio, celos) van caminando juntas y la elección implica, deseo por lo uno y alejamiento de lo otro, pero a la vez es transgresión es conflicto. A esto agrega Godino, “...No se trata del problema entre una fase posterior de difícil acceso y una anterior cómoda y placentera. El conflicto está inscrito en el mismo inconsciente, en el seno de cada fase, de cada momento de esta evolución puesto que la sexualidad que es su motor, es -por definición conflictiva” (41).

     En términos globales Godino piensa que solo existe un complejo, el de Edipo, visto de esta manera, Edipo significa sinónimo de estructura - de sujeto, en tanto que, discurso trama y urdimbre inconsciente. En este sentido, Edipo también es logos, conocimiento de lo sexual, de la transgresión, porque, conocimiento significa traspasar las líneas hacia la transgresión. De esta forma Bacherlardiana, superadora de obstáculos, se puede entrar a conocer el Edipo, porque, es complejo. Es la totalidad misma del sujeto, y más aún, si se lo refiere a la etimología del término complejo, que es antecedente de estructura.

     La tesis de complejo único desde donde se mueve y hacia cuya resolución se enfila la trayectoria del psicoanálisis, se ve reflejada en el argumento siguiente. El complejo de Edipo:

...en su estructura trasciende el nivel del mito por cuanto compromete a la constitución del sujeto de lo inconsciente. Y tal es la extensión de la indagatoria de este concepto que podríamos casi llegar a concluir que la historia del psicoanálisis no es otra que la historia de las marchas y contra marchas teóricas por la elucidación de este enigma”. (42)


     Esta postura que privilegia el potente complejo, colide abiertamente con la argumentación transgresora, rebelde y negadora, esgrimida por Deleuze y Guattari en El Antiedipo, obra que abrió las venas de la polémica y numerosos ataques por parte de los mas fervientes creyentes del psicoanálisis, entre ellos, contamos a Laplantine quien se expresa en esta tónica:

...La cruzada de Deleuze y Guattari contra el Edipo revela ser, a la luz de cualquier análisis riguroso, perfectamente vacía y gratuita. Lejos de despejar una apertura que permita a los pueblos de Occidente salir del encierro de la lógica del no-sentido, constituye un planteo antirrevolucionario en el sentido estricto del término, una réplica invertida de lo que se proponía combatir”(43).



     Ciertamente, El Antiedipo presenta todo un despliegue argumental que se mueve entre el sarcasmo y la descalificación. Estos autores como veremos, cuestionan la edipización. Todos los ámbitos de la vida la perciben edipizada. En la construcción de su crítica utilizan, varias preguntas una de las cuales, es contestada, por párrafos - bien escogidos  provenientes de Lacan, veamos:

...no estoy diciendo que Edipo no sirve para nada, ni que no tenga ninguna relación con lo que hacemos. Ello no sirve para nada a los psicoanalistas ¿ello es cierto?. Pero como los psicoanalistas seguramente no son psicoanalistas, ella no prueba nada” (44)


     Esta observación Lacaniana responde a estas preguntas ¿Se trata tan sólo de edipizar incluso al esquizo? ¿O se trata de algo distinto, de lo contrario?(45).

     La historia edípica se presenta para estos autores como una “...historia de dudas, desviaciones y arrepentimientos” (46) a nuestra manera de ver, el Edipo se presenta desde su óptica, como un suceso caótico, que no arroja luz al sujeto, sólo lo liquida.     Según a estos autores  “...el psicoanálisis es como la revolución rusa, nunca sabemos como empezó a andar mal” (47). En esta sujeción vemos, explícita la intención de otorgarle un sin-sentido al psicoanálisis.
     Pero más mordaz aún es esta expresión:

...Al principio los psicoanalistas no podían no tener conciencia del forcing realizado para introducir el Edipo, para inyectarlo en todo el inconsciente, luego, Edipo se apropio de la producción desearte como si todas las fuerzas productivas emanasen de él. El psicoanalista se convierte de este modo en el perchero de Edipo, el gran agente de la antiproducción del deseo” (48).


     En este despliegue se presume una acusación hacia los psicoanalistas por haber aceptado conscientemente, el velado papel de terminar convertidos, por y en el Edipo, en objetos.

     Al parecer el Edipo sedujo de manera implacable a la parte consciente del psicoanalista, jugándole una mala pasada. El influjo luminoso de Edipo encandiló y anuló al hombre.

     Queremos hacer la salvedad, que hemos escogido algunas citas de El Antiedipo, a objeto de dejar abierta la brecha, ante todo para aquel que se interese en ahondar en esta polémica. En este sentido, una vez presentada las confrontaciones o posturas divergentes cerramos por ahora este cauce de conocimiento transgresor.           
     
NOTAS

1.   FREUD, Sigmund: Obras Completas III. 1981. p. 2417.

2.   La palabra psicoanálisis se utiliza como sinónimo de método de cura que comprende toda una estructura o estrategia de abordaje de lo inconsciente. Método creado por Sigmund Freud.

3.   Ibídem. p. 2661.

4.   POROT, Antoine: Diccionario de Psiquiatría. 1977. p.955.

5.   VIRIL, André: Vocabulario de las Psicoterapias. 1985. p. 239.

6.   Al parecer el psicoanálisis se ha preocupado por delinear una teoría de la personalidad, sin embargo, se ha preocupado por delinear su estructura a través del aparato psíquico y su función. “...La evolución en cada individuo del Yo, del Superyo y del Ello más sus relaciones con el ambiente determinan la estructura y la dinámica de la personalidad” en LAGACHE, Daniel: citado por Mandolini Guardo, Ricardo en. Los cuatro Aspectos del Psicoanálisis, 1965, p. 34.

7.   POINSO, Y. y Gori R.: Diccionario Práctico de Psicopatología. 1976. p. 203.

8.   LAPLANCHE y Pontalis: Diccionario de Psicoanálisis. 1993. p. 316.
9.   Según Jaspers hizo época en la psiquiatría con su nuevo ensayo de comprensión psicológica. Apareció en un momento en que lo psíquico se tornó otra vez visible, después de haberse considerado a lo largo de decenios casi exclusivamente los contenidos del hombre, sus síntomas objetivos, y lo neurológico. TALLAFERRO, A. Curso Básico de Psicoanálisis. 1982. p. 12.

10.  La teoría psicoanalítica nace en el contexto del paradigma mecanicista, positivista, determinista que privilegia la división psiquis soma. Las influencias de Darwin pueden notarse en el modelo evolucionista estructural Freudiano.

11.  La palabra histeria proviene del vocablo histeron que significa útero en griego. Hipócrates fue el primero en darle una explicación de anomalía de tipo ginecológico a la histeria. Este concepto se mantuvo hasta el Siglo IXI. Los Médicos Egipcios también asociaban histeria con enfermedad de la matriz.

     La historia de la histeria se relaciona con la Grecia de Hipócrates (460 a C) se le asocia el útero. Galeno 170 d C la asocia al semen femenino. Serapión Sg. IV pensaba que era la retención menstrual que causa el mal. En la Edad Media se creía que eran trastornos psíquicos influenciados por el demonio. En el Siglo XVII hasta la Revolución Francesa se pensaba que eran vapores fétidos desde la matríz que producían la histeria. A partir de Mesmer (1768), Puysegur (1784) Loyer-Villenmay (1816) se le asocia a cuestiones nerviosas ligadas a afecciones vergonzantes en las mujeres. En 1862 Chracot asumió el hospital de Charcot Salpetriére y comenzó a estudiar los casos de histeria, ligado a las epilepsias, a través de la hipnosis logró demostrar que esta dolencia tenía naturaleza nerviosa. Desde ese momento se le unen Janet, Breuer y Freud.

12.  La búsqueda de las causas somáticas de las dolencias humanas, enfrente a los hombres de ciencia con la histeria. Enfermedad que no podrá ser tratada bajo el espectro de soma. La histeria permitió a Charcot, Janet y Freud explorar las posibilidades técnicas y buscar pistas que le ayudarán a encontrar, la génesis de estos fenómenos. A partir de esa búsqueda el psicoanálisis se proyecta como enfoque psicológico.

13.  La hipnosis la utilizaba Freud, como método para sugestionar al enfermo a luchar con su sintomatología “...con el Método Catártico de Breuer, la hipnosis era utilizada para descubrir los sucesos que habían causado al síntoma y la relación existente entre el incidente provocador y el fenómeno patológico”. en: TALLAFERRO, A. Curso Básico de Psicoanálisis, 1985. p. 16. Posteriormente, este método es sustituido por libre asociación, el cual incorpora al yo a estadio consciente al análisis.


14.  La metodología psicoanalítica se inicia con las prácticas hipnóticas, estas evolucionan hacia la sugestión y por último, Freud instituye la asociación libre como Metodología para el Análisis.

15.  FREUD, Sigmund: Ob. cit., 2263.

16.  TALLAFERRO, A.: Ob. cit., p. 50.

17.  Ibídem., p. 65.

18.  FREUD, Sigmund: Ob. cit., p. 2702

19.  TALLAFERRO, A.: Ob. cit., p. 76.

20.  ALEXANDER citado por Tallaferro, A. en Ob. cit., p. 72

21.  MANDOLINI, G.: Ob. cit., p.33.

22.  Freud inicialmente, utiliza la palabra Instinkt para designar la energía innata, luego lo cambia por (Trieb) que traducido es pulsión y así se lo conoce ahora en la jerga psicoanalítica. Los define como tendencias intrínsecas de la sustancia viva a la reconstitución de un estado anterior, o sea, históricamente condicionada y de naturaleza conservadora, como si fuera manifestación de una inercia o una elasticidad de lo orgánico. Los instintos de vida (Eros) y de muerte (Thanatos) actúan y lucha entre sí mantener el equilibrio vital, y hasta por la vida misma.

23.  Este aspecto es ampliamente debatido por Herbert Marcuse en su obra Eros y Civilización. Barcelona. Editorial Barral. 1981.

24.  PALACIOS citado por Carballo Rof: Fronteras Vivas del Psicoanálisis. 1975. p. 65.

25.  TALLAFERRO, A.: Ob. cit., p. 99.

26.  SCHOPENHAUER, Arturo citado por Verneaux R. en Historia de la Filosofía Contemporánea. 1980. p. 48.

27.  FILLOUX, Jean:  El Inconsciente. 1972. p.11.

28.  Idem.

29.  Ibidem., p.15.

30.  VIREL, R.: Ob. cit., p. 163.

31.  FREUD, S.: Ob. cit., p. 2702.

32.  FILLOUX, Jean: Ob. cit., p. 39.

33.  LAPLANCHE y Pontales: Ob. cit., p. 193.

34.  JUNG, Carl: Arquetipos e Inconsciente Colectivo, p. 1991, 9.

35.  Ibídem. p. 10.

36.  Idem.

37.  Idem.

38.  LAPLANTINE, Francois: Voces de la Imaginación Colectiva. 1979. p. 41.

39.  JUNG, Carl: Ob. cit., p. 10.

40.  Ver JUNG, Carl: Lo Inconsciente. 1992.

41.  FILLOUX, Jean: Ob. cit., p.95.

42.  Ibídem., 96.