Humanidad
Ali Primera
"humanidad, humanidad
hay motivos de alegrías
pero de tristezas
hay muchos más
hay motivos de alegrías
pero de tristezas
hay muchos más"
En plena reflexión me he mantenido frente a los últimos acontecimientos
atinentes a la ejecución de una sentencia que a toda vista luce injusta y
amañada. Tal acto, al parecer, no es más que el presagio confirmado y la reiteración de cómo opera la verdadera canalla, cuando
se dispone a accionar su maquinaria en contra de los símbolos y emblemas que sostienen
la idiosincrasia de un pueblo y su
andamiaje de supervivencia, ese del que echa mano cuando la necesidad obliga o
ante las dificultades y las tragedias. Las acciones insidiosas y desmoralizantes,
por parte de quienes ostentan el poder, suelen debilitar el sistema de
creencias, fe y esperanzas del sector, al que desean, al precio que sea, descorazonar.
Ciertamente, más allá
de la sentencia, de años, días, minutos y segundos, subyace el verdadero
objetivo de la misma: ejecutar el mandato de “Tierra Arrasada” que más que un
cliché sacado de las rémoras de los años 60’s o de los ultras-vividores de oficio, arietes que
muestran sus garras en el mundo bélico de las pre y post guerras, es un
movimiento con tentáculos entre las grandes mafias que socaban las bases económicas,
morales y espirituales del mundo. En
nuestros predios, ahora, aporta un nuevo contenido de “caída y mesa limpia”, es
decir, se implementa “a paso de vencedores” la propuesta de acabar con las
estructuras que sustentaban al pensamiento libre que da espíritu y marco a la
democracia que una vez tuvimos. Se quiere a “trocha y mocha” borrar y destruir de la memoria de este pueblo, su
progenitura, tal como lo hizo Caín con Abel. Y, lo que es peor, tal fechoría se
ha gestado en el vientre de esta tierra sagrada, haciendo alianzas permisivas y
derrotando todo orden legal que impidiera el desangramiento de los ciudadanos
de este país y de su erario público.
Vale decir, que en
esta especie de cruzada, una camada de sujetos o instrumentadores del desastre,
se han enriquecido, han comprado voluntades internas y externas y, lo más
nefasto aún, se han confabulado con extraños y propios para hacer alianzas que han
desencadenado la sumisión y entrega de nuestro suelo – en una nueva
colonización- a países que se han chupado, sin compasión, las
riquezas del nuestro.
Pero creo sin dudas,
que lo más penoso es que han ido logrando destruir el patrimonio cultural y económico
venezolano, que con tanto esfuerzo se estaba logrando. Estamos frente a una
realidad, somos pueblo sometido y entregado al peor postor, somos el hazme
reír del mundo. Nadie se explica que con la historia que llevamos en las venas
y con las riquezas que nos ha dotado la naturaleza, estemos hoy, en la más
humillante de las situaciones: luchando a cuchillo por un mendrugo de pan. Nuestra
historia es testimonio de lo que en realidad nos fue legado, en esencia somos
hijos de LIBERTADORES y nos estamos comportando como hijos de esclavos sin
absolución.
No nos llamemos a
menos, somos el orgullo patrio y del mundo, ya que fuimos ejemplo de faenas
libertarias, por cuanto, este bravo pueblo
se montó sobre sus hombros la responsabilidad de libertar a otros pueblos hermanos, también sometidos por otras
botas menos tecnológicas y quizás más deseosas de formar parte de esta tierra,
como lo hicieron cuando se fundieron en un solo pueblo con los originarios. Y en
esa nueva raza nos convertimos y, desde allá, un pueblo mezclado con múltiples
coloridos raciales y con un sincretismo a cuesta que nos está costando mucho defender
de los NUEVOS COLONIZADORES, UNA ESTIRPE QUE EXPRIME AL PUEBLO, COBRAN Y SE DAN EL VUELTO... Y NO QUEDA PARA MÁS NADIE.
Constato nuevamente, que
esta subespecie que se hace llamar bolivariana, de ninguna manera enaltece el
nombre del padre de la patria, al contario, degrada y humilla la memoria de tan
grande hombre, que fue forjado para la LIBERTAD de sus hermanos. La nueva -no
tan nueva horda- está sedienta de ratificar su mal avenido poder y se ensaña,
bota encima, contra todo un pueblo, para dejar bien claro quién manda en esta
gran hacienda, antes llamada país. Por cierto, hoy como lo apodara el Dr. Agustín
Blanco Muñoz, Venezuela es llamada el ex país.
Nuestra patria es
VENEZUELA y no otra, y menos una decretada desde la usurpación de los valores y
derechos por una parcialidad venezolana y extranjera…
Es mucha la sangre que
se ha derramado por siglos, para sacarnos de la oscuridad y la esclavitud, por
ello, no podemos permitir que nuestra luz interna se apague. A cada VENEZOLANO
que se sienta hijo de Bolívar, le corresponde la responsabilidad de defender el
patrimonio moral que nos legó este hombre real de carne y hueso…
VENEZOLANO, EL LLAMADO ES A SACAR A PASEAR LA LUZ DE TU RAZÓN
Y DE TU CORAZÓN, A NO NO PERMITIR QUE TU PATRIA SE PIERDA EN LAS INCLEMENTES MANOS DE TUS CANCERBEROS, ESOS QUE SE HACEN LLAMAR LOS NUEVOS LIBERTADORES Y QUE TE ENTREGAN CUÁL PROSTITUTA INSERVIBLE AL MEJOR POSTOR…
COMO DECÍA EL POETA DEL PUEBLO, ALÍ PRIMERA EN
SU TEMA: ALMA MATER:
“…De nosotros depende
que un silencio oscuro
recubra tus libros *( y tu conciencia)
De nosotros depende
que se mueran los niños
en los vientres sin parto
pero te salvaremos
a pesar de tus enemigos
los de afuera y los de adentro
pero te salvarás.”
*Subrayado de la autora.
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