La parsimonia del dedo acusador
DECLARACIONES DE GERMAN ESCARRA ANTE LA CASA QUE VENCIÓ A LA INFORMACIÓN VERÁZ.-
No entiendo estas declaraciones en la “Casa de la Sombra Desnoticiosa”. ¿Epa, si vistes algo peligroso en el tal Documento y, sí realmente, tienes algo que decir, por qué no llamaste, en la confianza, a Ramón Guillermo Aveledo y le pediste que te aclarará? ¿Por qué no averiguaste quién lo escribió y sí, este es el mismo que presentó Capriles? Ese comportamiento, irresponsable, por demás, fue la usual conducta de disparar primero y averiguar después. Me parece un acto de mala fe y de muy mala intención fabricar un caos o intentar crear una matriz de opinión que generará un vacío y muchas dudas. Pienso que una declaración como esta suena especulativa, a la luz del momento controversial que vivimos y de todo el lío que se ha tejido respecto al mencionado documento. Hoy, existe toda una discusión pública y notoria en torno al documento y se especula que el mismo, es decir, el documento falso, fue ordenado por el desgobierno, para presentarlo como el Programa de Gobierno de Capriles. Por otro lado, ya por el mundo ruedan los testimonios de quienes se adjudican la paternidad de dicho documento y, así mismo, el testimonio aclara que fue ordenado y pagado por el Gobierno Nacional. Las noticias en estos tiempos corren veloces y nadie medianamente informado puede escudarse en una supuesta desinformación. Pocos podrían decir, o tomar como excusa el no haber escuchado nada respecto a la duplicidad y el fusilamiento del documento original.
Por otro lado, suena muy mal eso de Aveledo” es mi amigo y persona de mi confianza”. No me atrevería yo, mortal como cualquiera, hacer mención de una amistad y respeto hacia una persona para acto seguido, ponerla públicamente en entredicho. De ninguna manera. No. No podría disiparle a quemarropa - en un acto de buena fe y por devoción religiosa. Suena algo así: Como te quiero te aporreo. “No me salves mi compadre que yo lo hago solito”.
Tengo que decir que tales declaraciones me parecen de una infelicidad rayana en la maldad. Como venezolana, me siento avergonzada. Por cuanto, siempre lo visualice como un hombre prudente y de valores humanos. Hoy estoy sumida en una completa perplejidad ante tan compleja situación. La religiosidad no se hace por decreto, se practica con un despliegue de respeto y amor al prójimo. No se dispara primero y después se averigua, al contrario cuando priva la confianza y la buena fe, primero se indaga la verdad para luego asumir con responsabilidad los hechos, “los hechos”. Cuando ya las dudas son mínimas entonces, sí, habrá aun que pensar sí es de cristiano sacar el cuchillo y clavarlo en la humanidad del traidor, otro ser humano, como un acto de justicia por la Patria flagelada o por la fe traicionada. No. No lo creo, el cristiano no debería por convicción matar. Es más, su fe y la profesión de la misma es de tal institucionalización, que no se puede matar sin violar la cristiandad.
Desde mi óptica, esa no ha sido al conducta practicada hasta el momento, se pudieron haber dicho muchas cosas ante violaciones mucho más graves que nos han traído hasta acá. Por cierto, que ni familiarmente tuvo lugar esa impoluta defensa y, eso que el difunto- que no sé si estará descansando en paz, hizo desastres con la institucionalidad y la leyes que prometió salvaguardar. Con defensores de ese talante no se necesitan salvadores de papel.
¡Al Carajo con los maniqueos acomodaticios!
RNJ/
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