AUTISMO: EL ‘MAL” QUE VIENE COMO UNA NOVEDAD DEL
SIGLO.-
I.- Preliminares.-
Hoy
recordaba con preocupación un diagnóstico que le dieron en USA, al hijo de mi
sobrina quien se casó con un gringo, con costumbres de etiquetajes desde que
nacen. Así que se fue a vivir en tierras extranjeras con su esposo quien, como
era de esperarse, navegaba en una cultura donde los médicos y/o maestros encuentran
una etiqueta rápida para todo “mal”. Of course, que ayude a los niños a mantenerse a raya y a las maestras a que no trabajen tanto.
Asunto que, los padres desorientados y avergonzados de “sus taras” aceptan
cabizbajos y con disposición a acatar sumisamente la tal sentencia: SU HIJO
SUFRE DE AUTISMO, o cualquier otro diagnóstico de moda.
Pues
bien, el hijo de mi sobrina era AUTISTA, hijo de madre joven e inquieta, latina,
zuliana, criada en el campo a sus anchas manejando tractores, camiones, sembrando,
ordeñado y tocando el instrumento de su gusto con plena libertad y alternando
con la ciudad, con la “libertad de ser”, es decir, con autonomía para crear y
de expresarse a sus anchas. El esposo, ahora padre de un ENFERMO, era un profesional
de la ingeniería; ocupado y en tiempos libres con pantuflas y TV a la carta, no
quería saber de nada en contra de los diagnósticos
expertos y empujaba conjuntamente, con los doctos y los teachers al uso de lo
indicado, Prozac y Ritalín.
Al
final, les diré el desenlace.**
II.- ¿Qué
con el Autismo?-
Los episodios
que se montan están llenos de dramatismo, tales como: el
"MAL" no tiene cura, pero los sabios atómicos le recomiendan a los
padres una serie de medidas y DROGAS que no curan, pero agravan el cuadro médico del niño, amén de afectar el
bolsillo, llenar de angustia, miedo y vergüenza a los progenitores, familiares
y, lo que es peor, convertir al niño en una etiqueta ambulante, que es la qué,
verdaderamente, lo convertirá en AUTISTA y RARO. Por otra parte, el niño pasa a
ser un número más en las estadísticas de los que sufren de AUTISMO. Pero, veamos
qué se está definiendo como autismo.
III.-
¿Qué es Autismo?
Se
define al autismo como un desorden del funcionamiento cerebral que impide el
libre flujo de la comunicación y la capacidad de relacionarse con los pares y
otros. Todo esto, a según, por la incapacidad que adopta el cerebro, para
resolver los procesos de habla y de relacionarse de manera “equilibrada”. A
estas alturas vale la pena preguntarse: ¿Cómo se conjuga este desacierto o dislate
de moda y qué significa “de manera equilibrada,” cuando hablamos de un niño, un
ser en pleno desarrollo, crecimiento y formación?
IV. ¿Qué
ocasiona el Autismo?
Los
expertos -facultos- aún no se ponen de acuerdo en decir bajo qué circunstancias
o procesos se genera el autismo. Algunos piensan que el autismo está ligado a
la HERENCIA, es decir, proviene de los genes. Otros, tímidamente, para no
querellarse con los que ya sentenciaron a la herencia dicen: puede deberse a
problemas de CONTEXTO. Y, la minoría, por razones obvias, señalan que, es
posible que el mal provenga de las vacunas que recibe el niño para prevenir
otras enfermedades. ¿--?
V.- Síntomas
que evidencian la presencia del Autismo.-
1.- Problemas de habla ya que, se “supone” que, el
niño máximo a los 3 años debe hablar o decir algo. Es decir, que el niño
presenta retardo en el desarrollo del lenguaje y algunas, veces en la escucha.
2.- “Apego
a cierto juguetes o intereses”. Reacción de enojo o llanto ante el cambio de
rutinas. ¿?
3.-
Los niños en la tipología de autismo puede presentar diferentes formas de
comportamientos “anormales”. Rabietas, si le quitan sus juguetes favoritos,
llanto porque necesita descansar, renuencia a obedecer cuando le quieren
obligar a hacer algo que no quiere.
4.-Pueden
mostrar conductas que reflejan una inteligencia inferior o superior al “promedio”.
5.-Pueden
tener ataques inesperados de llanto, depresión, angustia y hasta expresiones histéricas.
6.-Antes de aceptar un diagnóstico de autismo asegúrese de haber llevado a su niño a un pediatra internista para que le realice un examen general de oídos, vista, garganta y motricidad.
6.-Antes de aceptar un diagnóstico de autismo asegúrese de haber llevado a su niño a un pediatra internista para que le realice un examen general de oídos, vista, garganta y motricidad.
VI.-
Tipos de Tratamiento.-
1. Conductismo puro: estimulo-respuesta. Premiar comportamientos que el
adulto considera son los que debe tener.
2. Terapias de lenguaje y emocionales.
3. Medicamentos para calmar angustias y rabietas.
VII.-
Conclusiones Tentativas:
Todo
lo que se describe como “autismo” siempre ha existido y nunca fue objeto de tal
aislamiento, en términos de convertir una serie de comportamientos, sacados de
contexto, en una plaga o síndrome de particular atención.
Desde
mi óptica, es más grave el remedio que la enfermedad y, esto último, es preocupante si tomamos en
cuenta las fórmulas ideadas para hacerle frente a expresiones conductuales
comunes en los seres humanos y, cuyos orígenes, son variados y de difícil
aislamiento profiláctico.
Ahora
bien, qué llama particularmente mi atención, que en ningún manual de autismo se
contempla lo siguiente:
a) Cómo es la relación de los padres. Procedencia y entendimiento entre
ambos. Se deseó el embarazo, se programó el nacimiento. Se deseaba un niño y
nació una niña.
b) Al nacer el bebé cómo fue su ambiente, quién lo cuidó, fue amamantado
quién lo cuida. Se cuide o vela su sueño, se cuida el silencio mientras duerme.
c) Cómo es el ambiente donde crece el niño en términos de estímulos
nutritivos que implican caricias, recompensas, horarios, alimentación,
juguetes y tiempo con los dos
padres y los demás miembros de la familia.
d) De qué manera se trata al niño, con qué tono de voz, cómo se corrigen
las conductas en aprendizaje, conducta aún no arraigadas en sus hábitos y que
desesperan a los padres.
e) Recibe el niño cariño o maltratos verbales o físicos. Se atienden sus necesidades
fisiológicas y emocionales en tiempo. Cómo y con qué estímulos físicos se
realizan las correcciones conductuales del niño. Se le habla o se le maltrata pegándole.
f) Tiene el niño un ambiente, espacio y juguetes que le son propios. Se le
atiende en sus necesidades de relacionarse con otros niños y llevarlo a sitios
para el disfrute de los niños, donde pueda aprender a compartir.
g) Estos son sólo algunos aspectos que hay que examinar con honestidad,
antes de permitir que tu hijo sea etiquetado o rotulado como un enfermo de
MODA. Uno más en la lista. Sé que existen muchos otros factores para
identificar conductas fuera de la norma, pero antes de señalar o permitir
señalamientos que afectan a toda la familia y, en especial al niño, hay que
revisarse como padres y colocar la señal en el pecho propio.
h)
Conclusión Provisional. Si a tu hijo te lo rotulan
con cualquier etiqueta, revisa cómo está tu relación contigo mismo, con tu
pareja, con tus semejantes y con el medio. A partir de allí, lo más probable es
que la etiqueta pase a otro lugar, a lo mejor, a un lugar muy cercano.
Por cierto, en mi experiencia clínica he encontrado
como una constante que, los padres impositivos, incapaces de negociar con sus hijos,
son a su vez padres maltratadores que modelan conductas repetibles de injusticia
e imposición. Tal proceder, por lo regular propicia la generación de comportamientos
de rebeldía ante las figuras de poder y de maltrato para los subordinados, en
este caso, los hijos, las parejas o sus empleados.
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**Final del cuento de mi sobrina: agarró su tesoro,
se vino a su tierra a levantar a su hijo fuera de etiquetas y medicamentos
intoxicantes y/o enajenantes y, el chamo que, ya es un joven adolescente, creció en libertad,
sin medicamentos y con la autodeterminación de hacer de su vida una vida útil.
No debemos olvidar que cualquier etiqueta llega a ser un sobrenombre que condiciona y hasta obliga a un comportamiento acorde que sustente a la misma.
____
Nota al margen: alusiva al tema que nos ocupa y desocupa.-
Les dedo la opinión de un lector de la mencionada obra.-
No es fácil enfrentarse de buenas a primeras con esta extensa obra que narra la historia de un niño
que no crece y que relata su vida y la de su familia en medio de la segunda guerra mundial; una novela
que por muchos pasajes parece tediosa y hasta aburrida pero que encierra un gran simbolismo en
medio de sus paginas, en mi caso logré cogerle agrado al tercer intento y terminarla de manera
satisfactoria, creo que la volvería a leer con gusto.
que no crece y que relata su vida y la de su familia en medio de la segunda guerra mundial; una novela
que por muchos pasajes parece tediosa y hasta aburrida pero que encierra un gran simbolismo en
medio de sus paginas, en mi caso logré cogerle agrado al tercer intento y terminarla de manera
satisfactoria, creo que la volvería a leer con gusto.
Lector: Stockhausen
Rnj/2017
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