martes, 16 de julio de 2019

EN RESPUESTA A : LOS CÓMPLICES ARTICULO DEL HISTORIADOR:ELÍAS PINO ITURRIETA.

RESPUESTA AL HISTORIADOR:ELÍAS PINO ITURRIETA: LOS CÓMPLICES.-

La imagen puede contener: 1 persona, gafasLa imagen puede contener: 1 persona, primer plano e interior


Es imposible, para mí, cómo profesional de la salud mental y como educadora que privilegia el marco referencial de nuestra idiosincrasia venezolana, no celebrar estas líneas esclarecedoras. Al leerlo, bailó en mi mente esta pregunta: ¿Mea culpa o reflexión rezagada? Su exordio habla, pero es importante que le hable a un pueblo entero.

Muchos de sus argumentos han sido abordados in extenso y también frugal e interesadamente, por algunos científicos sociales. No obstante, parece que todo se quedó en diagnóstico y aún prevalece el sabor amargo de la ambigüedad en el tema que intenta definir: ¿Quiénes somos los venezolanos que vivimos, cómo vivimos este drama de nuestra Venezuela de hoy? ¿Razón?

Es posible que hayamos abordado tan crucial tema partiendo de afirmaciones tangenciales, derivadas casi exclusivamente del historicismo y aceptadas, sin cuestionamientos, por otros espacios del saber. Tal desatino, obviamente, genera de hecho, una situación ambivalente en el ser, estar y pertenecer. En consecuencia, al venezolano común, que somos la mayoría, le cuesta aceptar y capitalizar, lo que somos como venezolanos de avanzada ya que estamos en retroceso y en carencia. Sin embargo, es indudable que hemos sido puntales, en algunos campos del saber y el hacer. Pero, vivimos rezagados en los campos del ser y el sentir. Razones, para imaginar el porqué, muchas. ¿Serán saltos cuánticos, brincos al pasado, allí donde reposan los materiales psíquicos no resueltos?

De hecho, es posible, ya que lo que no se resuelve en la emocionalidad fáctica, tenderá a renacer con más fuerza, a cada salto en que la emoción se dispara ante hechos familiares o parecidos. Es decir, lo no resuelto, permanece vivo en el inconsciente y buscará resolución de una manera conocida. Por cierto, puede que no sea siempre la más conveniente.

Se me ocurre, a partir de su escrito y sus argumentos, que hay mucha culpa por allí rezagada e irresuelta. El sentimiento de culpa, es muy difícil de borrar si no se resuelve oportuna y satisfactoriamente, el conflicto interno. En nuestro caso y, a manera de aproximación, se me ocurre que a lo mejor lo que llamamos venezolanidad es un concepto que requiere enmiendas, reparaciones y una gran dosis de lo que antes se llamaba reparación parental y, hoy, resiliencia.
.
Por mi lado, tengo más interrogantes que afirmaciones y en esto trabajo. No sé qué saldrá de ello, pero camino… Y me cuestiono, por ejemplo:
¿Será que cuándo nos señalan como culpables por omisión o acción, nos arrinconamos avergonzados cómo niños acusados por figuras significantes?
¿Será que hemos vivido en la fantasía de una Libertad decretada y no incorporada como real o vivida como propia?

¿Será que no hemos vivenciado en nuestro cuerpo esos derechos con los que los facultos nos ungen, cuando van a pedirnos algo?

¿Será qué cuándo vamos decididos a potenciar esos derechos de los cuáles nos hablan, nos tiran la puerta en la cara y el silencio o la ofensa se hacen dueños de nuestros intentos?

¿Será qué hay muchas alcabalas para caminar y asumir lo que nos hablan esos que ¨nos representan¨?

¿O será qué maléficamente hemos hecho de los ¨posibles ciudadanos¨ una manada de vacunos para el ordeño e imitaciones de ciudadanos?

En mí, poco amplio espacio ciudadano, intento con trabajo y constancia, llevar un mensaje al pueblo, que somos todos, de identidad, hermandad, humanidad, humildad, del poder y del hacer.
Sé que Usted, mi paisano de patria chica y grande y, además, historiador renombrado, con una de las profesiones de mayor compromiso humano para un pueblo descarriado, es mucho lo que podría hacer, en el sentido de que, esto que señala con tal precisión, se transforme en una posibilidad y, además, para qué, a algunos venezolanos de a pie, se les contagie el virus de caminar lo hablado¨ con la gallardía de una venezolanidad responsable.
Por último, debo celebrar este exordio, este llamado a la conciencia, en términos de responsabilidad, que Usted, como persona docta en el tema nos comparte, sería un egoísmo de esos que, en vez de hacernos mejores venezolanos, nos separa, no reconocerlo. Apelo a su buen juicio responsivo, como venezolano y como historiador, porque a cada uno de los que ¨VEMOS Y MIRAMOS¨ nos toca en tarea, guiar al ciego y sin dudas, Usted podría con éxito hacerlo.. Mis respetos

__________

Nota: Acá el enlace del mencionado artículo.

http://www.cesarmiguelrondon.com/opinion/el-espacio-de-mis-amigos/los-complices-elias-pino-iturrieta/

2 comentarios:

  1. Raiza muchas gracias por esta nota tuya sobre el artículo e Don Elías Pino, LOS COMPLICES. Muy buena reláfica, exquisita prosa muy interesante en su crítica a estas reflexiones de Iturrieta. Participé en la política de nuestro país desde estudiante en la Escuela Técnica de los Chaguaramos, año 58, participando en aquel movimiento de masas que fuimos a Miraflores a pedir la cabeza de Marcos Pérez Jiménez...luego al siguiente año y subsiguientes pedíamos la cabeza de Rómulo Betancourt, Carlos Andrés pérez y la " social democracia representativa" que no era una ni la otra. Participé también en todo el movimiento guerrillero de los setenta. No sabía entonces que era manipulado por los intereses del PC, MIR y todos sus politiqueros acólitos que en definitiva tenían como único objetivo la toma del poder político para enriquecerse. ¿Yo? era idealista y sigo siéndolo. Al final el pueblo no respondió, aceptaron aquel "Pacto de Punto Fijo" marginando a la izquierda radical y atendiendo a esa izquierda negociadora servil del MAS y... el partidito (que no recuerdo) donde militaba el conductor de buses que hoy gobierna fiel títere de la oligarquía = que los 2000 generales de las FFAA. El pueblo, este donde tu quieres incluirte retoricamente Raiza y yo muchas veces también me creo parte ha sido siempre neutralizado por el hambre su marginalidad, sobre todo su indefinición en la sociedad como clase, si es baja, media, semi media o en vías de pertenecer a la alta si logra gobernar. Es una confusión tremenda de nuestro pueblo creer que el Estado tiene clase social y no que es un instrumento útil de. Por eso le doy la razón a nuestro escritor en cuanto a su señalamiento de complicidad por antonomasia.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti Fredy..Aprecio tus letras y tus referencias históricas vividas y reales.Todos, alguna vez, fuimos detrás de quimeras, yo aún lo hago en mis poemas. No obstante, hoy nos toca aterrizar en una lamentable realidad que nos ha hecho presos y esclavos por necesidad de subsistencia, a la mayoría. El dolor se respira en cada poro, en cada ajada piel del que vive enfermo y hambriento. Algunos, sin ganas de vivir y entregados a una desgracia que los supera.Saludos.

    ResponderEliminar