MISIVA A DOS MANOS.-
Por :
Héctor Cediel y Raiza Jiménez
El género epistolar amoroso, más que un arte, es para mí, el
inmortalizar testimonios del alma, de los sentidos, de nuestra piel material y
espiritual, cuando se desnuda y le cantan a ese ser que nos ilusiona, que nos
roba los sueños. No es fácil escribirse a sí mismo y de ahí, la
importancia de contar siempre con una persona cómplice, que le
aporte magia y realismo a las cartas. Ojala esta sea una de ellas… El perro
vagabundo
Mí recordada Vera:
Tu silencio, nada piadoso me confirma, que el dolor es la
antología de casi todas las historias humanas. Solo la esperanza cuando sueño,
me permite sentir que doy pasos hacia la realidad. No es que sueñe como un loco
con la luna, ni que tus ojos me hayan hechizado, o que por ansiar tu piel, haya
perdido la cordura… pero sentir lo que siento, vivir el infierno que vivo y que
viviré, hasta no besar tus labios y comulgar con tu cuerpo, padeceré del mal de
todos los tiempos: La hambruna amorosa.
No hay escándalo más fiero que el que se expresa con versos
arrancados a hurtadillas, a la vida, para no agotar en un solo grito, tanta
incertidumbre, tantas interrogantes. Todo aquello que se acumula en tu
garganta, que te aborda al intentar abrirte paso o a la hora de querer tan
solo, emitir un sonido, cuando el silencio conspirante ha sido tu fiel
compañero, por las eras de tu estancia entre los hombre, esos que no dan
un centavo por amor.
Quisiera entender esos silencios obligados, que devienen del
miedo de no ser lo que se desea ser, para ese otro, que también vive un igual o
peor infierno, a la hora de expulsar desde su atormentada alma un “ te amo”
Aprendimos a reservar y la reserva, es esa que te silencia, te
comprime y te contrae. Todo ello, esperando que el objeto de tantas
contradicciones atine adivinar que sucede con esa otra anima, que se
mueve atraída por lo que debería decir y no dice. Lucha tonta de esto titanes
de la “no palabra”. Toda esta lucha es inútil, es tan sólo para no fallarle
a las voces esquizos que se dan cita en la atormentada razón. No puede haber
silencio en el amor, porque la piel no miente, el aire tampoco y, menos aún, el
aliento de vida que se estremece y debate entre el deseo de vivir y morir, en
ese preciso momento en que la emoción de pensar o ver a ese otro, asume vida,
tu vida en completitud. Cuando el sentimiento es embargante y se posesiona de
tu cordura y de tu ser ya no es viable saber dónde estás o si estás. Estás
poseso y embriagado del sentimiento y el deseo. En este impase, el silencio
verbal es algarabía en todos tus sentidos y ya no es posible pensar, hablar o
respirar con el ritmo de la prudencia. Has escalado la locura, eres un demente
y tu objetivo es el placer absoluto. En pecado o sin él…
Pero, no hay razón en la hambruna amorosa, hay sí, mucho dolor y
apariencia de ser lo que no se es. Carencias obligadas y aprendidas que son la
representación más sentida de la escasez.
Mi querida Vera, sé que eres mujer espiritual y creyente; pero la
fornicación, es un verdadero arte que se debe aprender, investigar y practicar,
no a merced del desarrollo natural de nuestros instintos, sino gracias a la
maduración de nuestros sentidos, para el goce pleno y sentirnos realizados,
para soportar el diario vivir y los absurdos de la vida. Solo el amor nos pone
a salvo de los absurdos avernos y de las personas mediocres, anales, muertas en
vida, que son felices volviéndoles cuadritos la felicidad a cualquiera.
Banalizar el acto de amar, de entrega a los deseos de la carne,
deseos estos sublimados en el espíritu, por una resolución y dádiva que
implicaría, en este caso, amarse en el amor, en prodigarse al goce descarnado
de lo físico y sensorial, no es sano. Tal ejercicio, no le resta espiritualidad al
acto de entregarse en cuerpo y alma a hacer con un nosotros las más bellas
gratificaciones de la unión gustosa y en libertad. El acto de amarse, es un
ritual de la más alta espiritualidad, sobre todo cuando ambos, objeto y
sujeto, están transitando por la magia del enamoramiento consciente. Amarse y
entregarse es cosa de vida, no de muerte. La muerte sería una invitada incomoda
y no tendría nada que buscar en una dupla amorosa que se regocija en el
trance de crear amor y la perpetuación del sentir.
Mi adorada Vera: No quiero seguir viviendo y dando tumbos y
brincos sin sentido y sin rumbo. Regálame la brizna de una esperanza. Creo que
me tildas de mundano, porque siempre te recuerdo y nunca me olvido de los
deseos que tildas de oscuros, pero que deseo satisfacer. Somos agua, vinagre,
fuego y humo. Somos hojarasca seca de ilusiones y por eso le tememos a los
veranos apasionados y las cerillas, capaces de prender un incendio… la vida es
más corta que un cuarto e hora y un poquito más larga, que un suspiro. No
entiendo por qué somos felices, cargando tanta basura y miedos a cuestas.
Conozco personas que parecen basureras o dementes recolectoras de la escoria y
mierda humana, eso no es ser misericordiosas, menos piadosas, eso es ser
masoquistas, o estúpidas, incapaces de decir no más, basta o de tomar
soluciones radicales para replantear sus vidas.
Adorar en el amor es transferir la posibilidad del
intercambio sano en el proceso de dar y recibir. Y habría que hacer una
pregunta quizás incomoda pero aclarante: ¿Para qué querría, que me adorarás, sí
solo deseo que nos amemos hasta morir como lo hacen los mortales…Se
adoran a los dioses que revestimos de poderes absolutos, para que se
enseñoreen, sobre nuestra voluntad y destino. Si te adoro, que me puedes
dar más grande que eso. Pero si me amas y yo te amo nos hemos dado todo.
No puedes ser otra cosa que mundano, vives en el mundo de
los hombres encarnados. Afortunados los seres que reconocen en su esencia la
dualidad insuperable de la ley natural. Por ello, dos seres llenos de un solo y
puro fuego están destinados a la extinción, ya que fuego consume el
fuego. Qué tal, detenerse a contemplar las energía vitales que signan a ese
otro, con el cuál pretendemos fundirnos en un todo armónico, pleno de
divergencias y diferencias que lo hacen más deseable y extraño y, en cual,
quisiéramos descubrir y entretener los sentidos en la novedad. ¿Para qué
querría mi espejo? Si ni siquiera he aprendido a vivir con lo que soy y deseo
completar con “un algo” que pienso tiene ese otro. Ese otro, que no soy
yo, y que miro con sospecha, porque no soy yo es otro. Una reducción al
absurdo evidente. Pero, sumidos en ese dilema peregrinamos en los absurdos. Por
ello, vivimos muertos y señalando que los muertos son los otros. Y no queremos
darnos cuenta que son nuestros fantasmas, que pasan al lado sin que nos
atrevamos a reconocerlos. Sería mucho más expedito reconocernos en ellos, para
qué por fin, podamos vivir o morir en la verdad.
Vera, leyéndote te iré desnudando poco a poco, porque somos lo que
escribimos, así inventemos personajes, siempre habrá mucho de sublimación en
ellos. No me interesa perder el tiempo, pues ya crucé la línea del no retorno…
Añoro como todos encontrar un paraíso o un hermoso océano, pero sé que todos
tenemos que pasar antes por el infierno o cruzar a nado un mar de mierda,
tratando de untarnos lo menos posible… Solo cada uno de nosotros puede
exorcizar sus precipicios, para cruzarlos sin cuerda, sin malla protectora y
con los ojos vendados… por eso, es importante aprender a volar; si no aprendes
a volar, estas muerta en vida, como muchas personas que tardíamente intentan
desesperadamente sobrevivir y aprender a vivir, cuando solo inspiran lastima o
vergüenza. Me dirás: Eres duro y capaz de hacer que alguien se suicide… Esas
personas ya están suicidadas, solo que tampoco tienen el valor, para celebrar
el rito. La depresión es un signo o señal de esas personas que añoran que todo
cambie, pero somos nosotros los que debemos hacerlo. La realidad siempre será
diferente para todos. Quizás sea un pequeño burgués, que siento alegría al ver
que mueren ciertos personajes en la vida real, como en las novelas, pero me
encantaría un genocidio selectivo, pero sería un extenso tema político a
discutir… y me alejaría de ti.
Qué tal ver mi desnudo, el propio y desde la unicidad leerme yo.
Darnos cuenta que somos lo mismo y que sólo posamos y
actuamos distinto, ante en el escenario de la vida: montamos , es cierto,
la obra que nos corresponde representar. O quizás, como suele
suceder, seamos persuadidos por los seres significantes o insignificantes
que rigen nuestros destinos primarios a adoptar roles o papeles que no son del
tenor de nuestra natural esencia, pero que fueron trasplantados por nuestros
salvadores o jueces condenatorios, sin escapatoria posible a cierta edad.
El suicidio como opción de vida, puede devenir de ese cambio de
piel al que eres sometido, sin consulta, por tus ductores o inductores. Sin
embargo, es cierto que algunos logran escapar de esa cárcel de mandatos y
mensajes brujos y se atreven a la rebelión o se destinan a dejarse morir sin
escapatoria.
En mi obra de vida puedo crear un Paraíso, mi paraíso, para
solazarme en él .Puedo construirlo a la medida de mis deseos más inconfesable
y enseñorearme en el egoísmo de haberlo concebido para mí, a plenitud. Puedo,
también, construir un Palacio a partir de los sueños y hacerlos posibles en la
realidad que me es reconocida. Podría concebir que a mi palacio, no
accedo, si no aprendo a volar con las alas fuertes o aquellas que elija para
hacerlo. Y es que volar es un arte que se concibe en la conciencia y comienza
en el deseo de alcanzar los cielos y es aprendible y aprehendible.
Nunca es tarde para aprender a vivir, a volar, a amar…nunca es
tarde para aprender a morir con dignidad o para levantarse del entierro de la
depresión, si hay motivos sustitutivos, suficientemente, motivadores para
ensanchar el pecho y poner al corazón a palpitar con pasión. Nadie muere en la
víspera. La muerte es obligatoria u un inevitable privilegio de los que nacen.
Hay personas que llevan su muerte arrastrada y se ríen con ella, intentando
hacerla amigable y olvidadiza. En este vano intento, consiguen un premio de
consolación: la creencia de que si aceptan que la muerte les llegará, que
existe, es posible, que al momento de la llamada todo sea más fácil, porque ya
estás muerta/o. Paradojal esta ecuación de los muertos vivos.
Las pulsiones de vida y muerte existen en cada uno de
nosotros porque estamos hechos en dualidad. No es de extrañar entonces,
que en situaciones donde el control lo hemos perdido o que sobrepasan nuestra
capacidad de tolerancias, nos abanderemos como verdugos de los menos
capaces, porque ciertamente, son un impedimento para avanzar hacia la
liberación de ciertas pasiones que matan, que nos matan
No hay que perder de vista una regla básica que opera
en el funcionamiento de los grupos humanos y es que: Los grupos marchan al ritmo del
más lento. Para una persona que, cree saber qué hacer
para avanzar, sentirse que alguien incapaz de avanzar le agarra por la camisa,
lo frena en su avance, para que no quedarse solo en su desgracia,
es trágico y cansón. Entender este principio y aplicarlo, son dos cosas
distintas. No obstante, aceptar las consecuencias de no hacerlo, es aún, más
caótico. La explicación: por qué derivaríamos indefectiblemente, en una
conducta agresiva y egoísta que nos alejaría de nuestros pares.
Vera, ¿Sabes que muchas veces siento, que ando por el mundo, como
si conociera mi destino? ¿Seremos los poetas, visionarios o pregoneros de
nuevas oportunidades? Me da tristeza cuando presiento que muchas de mis
lectoras o dizque amantes del erotismo, encuentras en mis versos eróticos, equivalentes
a juguetes sexuales… me hacen sentir el más infame de los infames y hasta me
pregunto, como he podido perder tanto tiempo con esas maniaco depresivas
solitarias, que piensan que mis textos son medicamentos psiquiátricos o yo
mismo, un consolador para sus entelarañados sexos? Vera, no me hagas sentir mal
o infame, si escribo erotismo, pensando en ti. Sé que todos tenemos demasiado
dentro, como para escribir extensas historias tristes… Dime: ¿Quién le paga a
una psicóloga, psiquiatra o psicoanalista, para contarle historias alegres, o
hacerle reír? Creo que yo, tu y todos, solo hemos pagado para sacar de nuestras
almas esos silencios atragantados, kilos o toneladas de mierda acumulada. Hasta
una carta, que no es más que una piel en blanco, nos sirve para descargar toda
la basura de nuestros sentimientos… No creo que hayan poetas malditos, sino
maldecidos hijos de puta, que escriben sin enmiendas y se desnudan como locos,
en textos absurdos e ilógicos, a los ojos de un mundo, aparentemente cuerdo. Entonces
tu dirás: ¿Cómo tu? Y pienso que eso da para otra carta… No es fácil explicarle
a los muertos en las batallas, que las buenas historias, todo lo justifica…
Es normal sentirse fuera si se está fuera…La capacidad de ser
visionarios va ligada a la obtención de un nivel de conciencia que faculta para
“darse cuenta” de qué nos pasa y porqué nos sucede lo que nos sucede, Los
poetas crean mundos paralelos, algunos se amistan con el Averno y otros con el
Edén. Ese Edén puede ofrecerse en un erótico poema, cuyo objetivo principal
pudo haber sido, en la intención del poeta, la de sólo soltar sus
propias amarras y acostarse para ver el rubor en algunos rostros femeninos o la
lujuria en unos ojos vidriosos que lamen la idea de un sexo letrado, de letras.
Y, sí eso es así, cómo no enfatizar en la letra, en el verbo, si nos dijeron
que de allí procedemos.
Pero, el meollo del asunto es que, la explicación sobrepasa al
dogma y los argumentos utilizados para validar la propuesta carecen de
convicción, es una infantil y loca explicación.Lo que si es evidente es que
nuestro mundo occidental nació montado en esta teoría " del
"verbo hecho carne". Ahora bien, esta aporía puede ser, ciertamente,
la causante de tanta lujuria, malicia, deseo, locura, desviación, angustia y
falsedad en cadenas y encadenantes.
No obstante, que pudiera aceptar que en una conclusión hecha a
partir de validar la metáfora de la Gran Teoría, se quedaría pendiente el
acto reproductivo humano y este en su validación, silogistícamente desde
la propuestas aristotélicas, se podría validar en sus proposiciones, pero
se caería en su conclusión y dejaría de ser una creencia valedera, para
quedar relegada al gran Mito de la creación.
Explicaciones entendibles, reales, razonables, se precisan para paliar
tanta locura original. Razonamientos que nos liberen de todas las dudas y
enfaticen que el erotismo y la sexualidad, son sólo cualidades de tener órganos
que suplican el alivio mediante un acto que se designa como “acto sexual”. Y
los actores actúan y la historia tiene mucho que ver con los tipos de
actuación.
Vera, hoy como que desperté, más trascendental y menos lujurioso.
No sé cuál de los dos te gusta más. Creo que los dos. Por eso, no me siento
como un loco, hablando solo, ni como un poeta maquillando simplemente su
mercancía. Quizás si le aporto plus valía a mi productividad, porque el arte
nos hace revolucionarios y libres. Es curioso que los anarquistas sean buenos
lectores, escritores y amen el arte, pero lo malo de los iluminados, es que
mueren en la oscuridad y sin respuestas absolutas. Por eso, admiro a todos los
artistas que padecen de hambre, porque según todos los testimonios históricos
que conozco, el hambre inmortaliza… ¿Cuándo has visto una mosca anoréxica o
flaca? ¿y que comen ellas? Entonces… ¿que deben comer el pueblo y los artistas?
La posibilidad de trascender se piensa y no sé si se logra tan
sólo de pensarlo. Me imagino que todo ser viviente tiene una historia quizás no
sea la gran Historia, pero es su historia y es trascendente. Ahora bien, pensar
en la trascendencia a partir de poder cuantificar lo hecho para “dejar huellas”
que algunos afortunados seguirán es lo más afortunado que le pude suceder a un
narciso inimitable, solitario, enfermo y algunas veces, adorable. Los más
capacitados y dotados, sin quererlo o proponérselo llegan a practicar la
anarquía en el arte, en el hacer y en el tener algo que mostrar.
Las hambres no son el privilegio de los artista que muestran su
carencias de palancas o influencias limosneras. El hambre es un dragón de mil
cabezas que comienza en destetamiento temprano y termina cuando, el
acostumbrado a libar la leche materna, aspira a obtener unas tetas
adultas que cumplan con todos sus pedimentos alimenticios. Y esto incluye hasta
el hambre del arte. Condición que inmortaliza al creador y
esclaviza al amante del mismo.
Amor, contesta esta carta con un seudónimo, no quiero
perjudicarte, ni que vayas a perder nada por culpa de murmuraciones, aunque no
hayamos hecho nada malo, no gracias a nuestras virtudes o valores morales, sino
por falta de dinero y tiempo. Conocerte, fue para mí, como inhalar fuego!!!
Fuimos indomables y parte de esa maldita leyenda de los años 60´s…70´s ¡Quien
no tomó pastillas, fumó marihuana o vivió el sexo libre? ¿Quién no escandalizó
esa mentalidad puritana, de una “suciedad” victoriana? Todas nuestras
historias, solo son collages de recortes… Si piensas que tu época para
enamorarse y vivir en pareja ha pasado o está pasando, estas muerta… los
conceptos del cerebro son básicos o esenciales. Si te avergüenzas de tu cuerpo
y te sientes insegura, mejor usa burka o se una más de esas favoritas virtuales
de algunos árabes
No soy la afortunada llamada “Amor”, no obstante, asumo el riesgo
de la intromisión y me dispongo a cerrar la respuesta, sin importar, cuántos
privilegios pudiera perder por mi osadía o cuánto de mi quede develado en esta
respuesta. Respuesta esta, un tanto
apresurada y carente de historia chiquita, esa que con los detalles
simples, alimenta a la gran Historia y a la creación expedita de una
teoría del silencio como tema.
¿Y es que acaso el ocaso de la vida en pareja es una verdad fuera
de toda duda o son sólo tendencias o algunos registros de casos
particulares o hechos de culturas que asumen otras formas de unión, que,
por cierto, siempre han existido?
Vera, nada de lo que he dicho es cierto. No soy dogmático ni
infalible. Una cosa es lo que digo y pienso y a veces es muy diferente como lo
descodifica o entiende, quién lo lee. No es fácil adecuar la mente a la
realidad, pero hay que hacerlo. Bueno trabaja y te deseo muchos éxitos, porque
no sabes lo fea que se ve , una mujer sin dinero. No necesito ser Hércules
Poirot, ni arqueólogo, para descubrir lo bello que habita dentro de tu alma.
¡Odio meter mis dedos, dentro de sarcófagos! Amor, como esta carta es abierta,
puesta también en el buzón del viento, solo deseo decirte para concluir, que
escribiendo, dejamos de ser adictos a las pastillas. Jamás la industria
farmacéutica había asesinado a tantas personas como hoy. Todos de una manera u
otra, somos enfermos mentales y por eso, hasta nos creemos Dios a veces… solo
diagnostico amor y sexo… el amor y el sexo no vienen en pastillas, pero son la
panacea para ser felices!!!
Bueno, mi adorada Vera, es hora de regresar a la realidad.
De todo lo anterior se derivaba el dramático final , dónde queda
entendido que: lo dicho no se dijo, que lo dicho no se quería, que no se dijo
lo que se supone que se dijo. En fin, un juego de palabras que sirve para
enunciar que los dislates si existen, que las locuras pueden proclamarse a la
carta, que no necesariamente, está loco el que practica y declara a
discreción la locura, su locura. Por qué hay que recordar que
existen locuras que facultan y, al igual que en nombre de la Santa Cruz, se
cometen atrocidades, porque no han de cometerse otras en nombre de la locura.
Estas en deuda con una carta, y ahora con esta. Recuerda que
escribiendo, la distracción no solo nos ayuda a olvidar, sino a resucitar!!! Y
recuerda: Los poetas solo son para leerlos, jamás te enamores de uno de ellos.
Si te enamoras solo de su cuerpo (por no decir de su buen sexo), eso tiene
solución… pero si te enamoras de su mente, de su corazón, de sus versos… estas
perdida y que dios te guarde!!!
Tu amigo, El perro vagabundo2014 09 19
Ahora, a esperar con curiosidad nada santa, que Vera se digne a
contestar desde la cordura una misiva estructurada para enloquecer.
Nota: las negrillas son mis respuestas.
Raiza N. Jiménez/ 19/09/2014
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